
Puntos de Interés
Municipio
Cangas de Onís
En la unión de los ríos Sella y Güeña se levanta una de las localidades más conocidas y queridas de Asturias, Cangas de Onís. Fue la primera capital del Reino de Asturias, desde la victoria en la batalla de Covadonga en el año 722 hasta el año 774, y en la actualidad es la capital del concejo que lleva su mismo nombre. Se trata de una localidad idílica con gran riqueza cultural, histórica, religiosa, etnológica y medioambiental. Como dice el lema de su escudo: Minima Urbium Maxima Sedium (la menor de las ciudades, la mayor de las capitales).
Cangas de Onís tiene una larga historia que se remonta miles de años atrás. Existen evidencias de la actividad humana en el territorio de Cangas de Onís desde el Paleolítico Superior, con yacimientos encontrados en la Cueva del Buxu y la Cueva de los Azules. En la Cueva del Buxu se hallaron no solo restos humanos e instrumentos adecuadamente conservados, como en la Cueva de los Azules, sino también unas magníficas pinturas rupestres de grabados zoomórficos como bisontes, caballos o cabras y otras ilustraciones geométricas. Existen además otras cuevas prehistóricas en los alrededores de la localidad que contribuyen a conocer cómo eran las sociedades en épocas remotas. Asimismo, existe un dolmen del 3.000 a.C. aproximadamente construido a base de losas de piedra que conformaba un monumento funerario. La cámara donde se encuentra está fastuosamente ornamentada con grabados y dibujos, incluso pudo conservarse en su interior un hacha pulimentada que se encuentra hoy en el Museo Arqueológico de Asturias.
Pasado el tiempo, el Sella se convirtió en frontera entre el pueblo astur y cántabro. Ambos pueblos prerromanos se aliarían para combatir contra la expansión romana, que acabarían siendo dominados. De las influencias de la romanización destaca un Monumento de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico que acompaña al Sella, hablamos del Puente romano de Cangas de Onís. Se sostiene la idea de que el actual puente se construyó sobre uno previo romano, sin embargo se trata de una obra del siglo XIII-XIV que se atribuye a un estilo arquitectónico románico de transición al gótico. El puentón se encuentra encajado en afloramientos naturales de piedra, desde donde se alza el erguido puente. Destacan sus enormes arcos de media luna y la cruz latina que cuelga del arco central, que representa la Cruz de la Victoria y simboliza el evento más importante de Cangas de Onís, el triunfo sobre los musulmanes en la Batalla de Covadonga.
Lograda la victoria en el año 722 e iniciada la conquista cristiana, Cangas de Onís pasó a ser la capital de un reino naciente, el Reino de Asturias. Su importancia aumentó considerablemente y fue el descendiente de Pelayo, Favila, el que levantó en el año 737 la Capilla de la Santa Cruz. Esta construcción es un ejemplo de reutilización de espacios sagrados dado que se reconstruyó sobre su predecesora del año 437 y a su vez sobre el dolmen previamente mencionado, que pasaría a llamarse el Dolmen de la Santa Cruz. Se dice que fue la primera capilla cristiana de Asturias y de España. El valor histórico de la capilla también se debe a que en este monumento fue sepultado dicho rey y su esposa y el templo tuvo el orgullo de atesorar la Cruz de la Victoria en su interior. A pesar de una restauración realizada en el año 1633, no pudo evitarse su destrucción durante la Guerra Civil Española que también afectó al dolmen. Del santuario solo se mantiene la lápida de consagración, que se estima que es el primer monumento literario de la conquista cristiana. Para saber más sobre este reinado puede visitarse también el Aula del Reino de Asturias en la misma Cangas de Onís, donde se amplía el conocimiento sobre su evolución y su legado.
Esta regia ciudad acoge otras preciosas infraestructuras como la Iglesia de Cangas de Onís levantada en 1963 sobre un edificio de tres naves y que llama la atención de su fachada su espadaña de tres niveles con campanas. Otro ejemplo de arquitectura religiosa en Cangas de Onís es la Capilla de San Antonio del siglo XVIII, que sucede la original del siglo XVI, y se dedica al patrón de la ciudad, San Antonio de Padua. Asimismo, los palacios y casonas asturianas de la ciudad son una invitación a conocer magníficos ejemplos de la arquitectura asturiana. Destaca el Palacio Pintu, que es una reconstrucción de su original del siglo XVII y las casas montañesas de la avenida de Covadonga y de la avenida de Castilla.
Finalmente, es de mención que Cangas de Onís es una de las más famosas puertas a los Picos de Europa. Sin duda una obligación para todos los amantes de la naturaleza, el montañismo y los paisajes bucólicos.
Cangas de Onís celebra sus fiestas patronales el 13 de junio dedicadas a San Antonio de Padua con eventos tan espectaculares como el “rozu” en la Foguera de San Antonio, “La Jira” con fuegos artificiales sobre el puente romano o una gran verbena. Existen además otras fiestas ligadas con Cangas de Onís como la Fiesta del Pastor, una celebración a la gesta de Pelayo y sus fieles, un concurso junto con exposición sobre las variedades de queso y miel asturianas, la fiesta del Pescador sobre el Sella y la subasta del Campanu del Sella. No hay duda de que hay mucho que hacer en Cangas de Onís.