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Cultura
Catedral de Mondoñedo
El epicentro del casco viejo de Mondoñedo se sitúa en la plaza de la catedral. Hacia este espectacular monumento, construido sobre la antigua iglesia y monasterio de Santa María, se dirigen todas las calles de la villa.
El obispo Martiño fue el encargado de ordenar levantar el templo entre 1230 y 1248, ya que la villa había sido declarada sede episcopal de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol en 1112. Las obras arrancarían gracias a las aportaciones episcopales, populares y regias de los monarcas León Alfonso IX y Fernando III.
La catedral presenta una mezcla de diversos estilos arquitectónicos como son el románico, gótico y barroco. Además, está dispuesta en planta de cruz latina con un claustro interior que da acceso al Palacio Episcopal.
En sus orígenes, se comenzó como un edificio bajo, conformado por una nave central algo más alta que las laterales, solucionándose la diferencia de alturas en el siglo XIV, al igualarse las naves y colocar dos torres redondas.
Sin duda el rasgo diferenciador de este templo es el imponente rosetón circular situado en la fachada principal y que ilumina el interior del templo, obra que data del siglo XIII. En el siglo XVI se inician nuevas obras en el exterior, iniciadas por el obispo Diego de Soto. Durante las mismas, la fachada principal del templo es rebajada y se cierra en cantería y hierro, dando lugar a una placita que separa la entrada de la catedral del resto de la plaza.
El mayor cambio que se registraría en la fachada llegaría en el siglo XVIII, cuando se construyen dos nuevas torres cuadradas con una altura de 35 m que sustituyen a las anteriores redondas y bajas. En el siglo XX se realiza la última reforma exterior que afectaría a la entrada y a la plaza, eliminando el cierre que poseía delante de la fachada. Además, se aprovechó para rebajar de nuevo la plaza para igualar alturas, y se realiza un retroceso de los cantones, dejando solo los soportales bajo las casas que cierran la plaza. Por ello, y por sus perfectas proporciones y escasa altura, recibe el sobrenombre de la “Catedral arrodillada”.
El templo ha ido creciendo desde la construcción actual de la Capilla del Santísimo situada en la nave lateral derecha. Se trata de una pequeña capilla con retablo dorado y altar presidido por un cristo donde se guardan las sagradas formas. También está la Virgen Inglesa, traída desde la Catedral de Londres, en el siglo XVI, por las luchas religiosas que acaecían allí.
Centrándonos un poco en el interior destacar una importante reforma en el siglo XV que motivó el traslado del coro de piedra cerrado por muros decorados con pinturas murales en la nave central. En el siguiente siglo continuaron las reformas con la creación de la sacristía y la Sala Capitular, así como la sustitución del antiguo coro de piedra por uno de madera de estilo gótico flamígero. El claustro sería reformado poco más tarde, en el siglo XVII, y presenta 20 arcos de medio punto de estilo neoclásico y orden toscano. Además, se construye un relicario y el altar de San Rosendo.
En la actualidad presenta cuatro capillas abiertas dedicadas a San Francisco, al cristo de la Buena Muerte, la Capilla de Álvaro Pérez y la del Ecce Homo. Cuenta con un museo de arte sacro, el Museo Catedralicio y Diocesano Santos San Cristóbal.
En 1902 la Catedral de Mondoñedo fue declarada Monumento Nacional.