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Cultura
Emeritorio rupestre de San Pedro
El emeritorio rupestre de San Pedro es una pequeña ermita excavada en la roca de arenisca durante el periodo bisigodo en la Península, entre los siglos VII y VIII.
Se ubicaba en la cara occidental de la Sierra de la Tesla, cerca de la localidad de Tartalés de Cilla, y el uso principal de esta estructura era acoger las liturgias religiosas de los primeros cristianos.
La ermita consta de una nave rectangular con orientación Este-Oeste de aproximademente 5 m de largo por 3 m de ancho, cubierta por una bóveda de medio punto. La cabecera del emeritorio se encuentra al Este y su planta presenta forma de herradura.
En la actualidad, el techo de la cabecera se encuentra hundido, sin embargo se aprecian algunos símbolos religiosos esculpidos en la pared y en el suelo se distinge la posición en la que se encontraba el altar.
A pocos metros de la ermita, a mano izquierda de esta, se encuentran dos sepulturas de tipo bañera excavadas en el lecho rocoso.