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Puntos de Interés
Municipio
Valdelateja
Esta localidad del municipio burgalés de Valle de Sedano (a 15 km de la capital municipal, Sedano) está situada junto a la desembocadura del río Rudrón en el Ebro, dentro del Parque Natural de las Hoces del Alto Ebro y Rudrón.
El origen de esta población se encuentra en el cerro de Castrosiero, al otro lado del río Rudrón. En esta atalaya natural mandaron construir una ermita, el siglo VIII, Fernando y Rutila, fundadores del Alfoz de Siero. La población creció en las laderas de Castrosiero, y en lo alto se construyó un castillo, según se menciona en un documento del siglo IX, centro de poder del Alfoz. Perteneció al Valle de Sedano, dentro del partido de Burgos, durante los siglos XVIII y XIX, estando bajo jurisdicción del señorío del Marqués de Aguilar hasta la caída del Antiguo Régimen, cuando consiguió ayuntamiento constitucional propio. A mediados del siglo XIX crece en habitantes y extensión, al incorporarse al municipio la población de Quintanilla-Escalada. Finalmente, Valdelateja se incorpora al municipio de Valle del Sedano con la creación de este en 1970.
La arquitectura del pueblo es sobre todo de tipo montañés: casas de dos plantas en piedra con tejado a dos aguas y balcón corrido de madera. Dentro de la población destaca la iglesia de Santa Eulalia, una ermita que fue ampliada durante las primeras décadas del siglo XX hasta alcanzar su aspecto actual.
Dos de los principales puntos de interés de Valdelateja se encuentran a las afueras de la población. Remontando el río Rudrón durante un kilómetro se puede llegar al balneario de Valdelateja. Las instalaciones se inauguraron en 1885 aprovechando las aguas termales que fluyen de dos manantiales y el maravilloso entorno, aunque es sabido que estas aguas, de supuestas propiedades medicinales, eran conocidas desde la Edad Media.
El otro enclave de importancia se centra en Castrosiero, donde se pueden visitar los restos de la antigua población de Siero, de la que solo queda en buen estado el cementerio, o, en lo alto del cerro, la ermita de las santas Centola y Elena. Esta ermita con características constructivas que recuerdan a la época visigoda está datada entre los siglos VIII y IX y se ordenó levantar en el lugar en que, según la leyenda, sufrieron martirio las dos santas. De hecho, sus restos mortales se mantuvieron en la ermita hasta el año 1317 en que se trasladaron a la catedral de Burgos.