Red de Caminos
Naturales
Etapa 17: Mendavia - Lodosa
Descripción
Del canal de Mendavia al canal de Lodosa
Partiendo de la ermita Legarda, esta etapa conecta en el soto de Urzagal con la ribera del Ebro, que ya no abandonará durante toda la jornada salvo un tramo a la altura del antiguo monasterio de Granja Imaz, donde retorna el ambiente ripario. Se cruza junto al puente o acueducto de los Moros, obra romana del siglo II de la que se conservan varios arcos, y por la presa de Los Mártires, inicio del canal de Lodosa. Después, una senda de pescadores lleva al parque de los Álamos, con árboles protegidos como Monumento Natural, y da entrada a Lodosa, localidad muy unida tradicionalmente con el Ebro a través de su fértil huerta.
Desde la ermita de Legarda hay que dirigirse hacia el cruce del soto del Urzagal y continuar a la izquierda (este) entre tierras de labor, viendo al sur el Ebro y los escarpes riojanos de Aradón, donde se sitúa la ermita del mismo nombre. El Camino Natural del Ebro da una amplia revuelta y vuelve a recuperar la línea del río a lo largo de la partida de caza de Regadío de lmas y El Soto, que acercan a Granja Imaz, antiguo monasterio y actual explotación agropecuaria, rodeada de viñedos, que muestra un conjunto de edificaciones del siglo XVII.
A unos 800 m a la derecha se gana la carretera NA-134, por cuyo arcén se avanza en torno a 1,2 km hasta un desvío a la derecha (frontera entre Navarra y La Rioja) a la altura de la Escuela Familiar Agraria. Por el terreno riojano de El Campillo, paralelo al río Ebro, se alcanza una zona de soto con una pequeña central eléctrica y el azud de Alcanadre, que desvía el agua a la finca de El Plantío. Aquí, con vistas a la citada localidad de Alcanadre, existía antaño una barca de paso que utilizaban los vecinos para cruzar a cultivar sus tierras, que en este lugar eran muy extensas.
Poco después la ruta transcurre por un tramo de camino erosionado, que se conjuga con una frondosa vegetación. Así se accede al acueducto o puente de los Moros, obra de ingeniería romana levantada en el siglo II, y al inicio del canal de Lodosa, donde se encuentran una central eléctrica y la presa de los Mártires. El camino baja por un pequeño sendero hasta la escollera del canal, que gana terreno dejando atrás tamarices, dos pequeños barrancos y una zona de canteras. Así se alcanza una arbolada con mesas de merendero. Poco después se penetra en la localidad de Lodosa, siempre en paralelo al Ebro, y se accede al Monumento Natural Álamos de Lodosa y a esta población.
Lodosa ha estado desde siempre muy imbricada con el Ebro; así se aprovechan sus aguas y riberas para desarrollar una fértil huerta, en la que se cultiva el afamado pimiento del piquillo y otras hortalizas. Allí destacan su iglesia de San Miguel, de los siglos XVI al XVIII; sus casas blasonadas del siglo XVII y XVIII; y los distintos habitáculos rupestres, de datación desconocida, sitos en los estratos yesosos de sus cerros. La etapa termina, no obstante, una vez abandonada la población, cruzando el puente sobre el Ebro, en la confluencia con la etapa 18.1.
Enlaces de interés
Perfil
Destacados
Información adicional
Puente de los Moros
Monumento Histórico Artístico el acueducto Alcanadre-Lodosa, levantado en el siglo II (en tiempo de los emperadores Trajano y Adriano, muy favorecedores de las obras públicas en Hispania), es una excelente muestra de la ingeniería romana. Conocida en la zona desde antiguo como "puente de los Moros", se trata de una conducción de agua que transportaba su caudal desde la unión de los ríos Linares y Odrón (allí se ubica una presa romana) a Calagurris Iulia, la actual localidad riojana de Calahorra. Unos 30 km de canal construido a cielo abierto y encajado en el terreno, de 2 a 2,50 m de anchura y hasta 2 de profundidad. En la actualidad, sólo se conservan 13 de sus 108 arcos originales.
Canal de Lodosa
La primera concesión data de 1861, cuando el zaragozano José de Gama presentó un proyecto para crear un canal de obtención de agua del Ebro, con la intención de regar y fertilizar las tierras hasta el Jalón. Aunque esta concesión caducó en 1881, la idea de crear un canal perduró hasta 1903, cuando la Dirección General de Obras Públicas incluyó el estudio del canal de Lodosa en el Plan General de Canales y Pantanos. En 1907 Cornelio Arellano redactó el proyecto, que fue aprobado en 1910. Así, las obras se iniciaron en 1915 con la denominación de canal de Victoria-Alfonso. En 1935 el canal de Lodosa era una realidad. Este canal toma sus aguas del río Ebro, en el azud o presa de los Mártires de Lodosa (junto al “puente de los Moros”), y discurre durante 127 km, más o menos paralelo al “gran río”, con una capacidad de 19 m³/seg. La superficie regada se encuentra en torno a las 29.000 ha, repartidas entre las comunidades de Navarra, La Rioja y Aragón.