Red de Caminos
Naturales
Etapa 26: Talavera de la Reina a Calera y Chozas
Descripción
El Tajo a las grandes vegas de cultivo
El camino natural abandona la “ciudad de la cerámica”, internándose en vastos campos de cultivo de regadío en los que se puede observar, de primera mano, como los canales de agua reparten el líquido elemento entre estas tierras.
El inicio de la etapa se encuentra en las inmediaciones del puente romano sobre el Tajo, de Talavera de la Reina. Desde aquí se puede ir caminando por el paseo que discurre paralelo al río bajo un tupido manto de sombras y zonas de descanso. Las riberas del Tajo en Talavera rezuman vida y actividad. Sus habitantes disfrutan del río; tanto los paseantes y ciclistas que usan sus riberas, como los pescadores, palistas y en ocasiones, algún nadador, que aprovecha sus aguas para practicar este deporte.
Poco a poco el camino se va alejando del entorno urbano para seguir acompañando al río. En la salida del paseo fluvial de Talavera, se encuentra una señalización que recoge los pueblos que se visitarán durante esta etapa. En este tramo se pasa a transitar por una ancha pista en la que todavía se puede encontrar algún vehículo circulando, por lo que se debe ir con precaución. A pocos metros de la entrada en esta pista se ubica la central eléctrica del Talavera.
Las ganaderías y las grandes tierras de labor empiezan a aparecer a ambos lados del camino como también lo van haciendo los canales que distribuyen el agua en dirección a los campos. Los cruces son frecuentes, pero todos ellos están perfectamente señalizados por lo que no existe ningún tipo de duda sobre el recorrido de la ruta.
Extensos y verdes campos se extienden hasta donde alcanza la vista y sólo las montañas de Gredos escapan altas y lejanas a este horizonte que se va abriendo en el itinerario. La ruta cruza varias veces las caceras de agua: tanto pequeñas acequias como grandes canales que envían gran cantidad de agua a los extremos de estas vegas. También los arroyos la intersectan en su fluir al encuentro del río, como por ejemplo el arroyo del Bárrago.
Siguiendo la senda se van conociendo interesantes lugares como un enorme vivero con multitud de especies de frondosas y coníferas, que se nutre del río por una acequia para suministrar agua a todos los puntos de la finca.
A unos nueve kilómetros de Talavera de la Reina, se ofrece la posibilidad de abandonar la traza principal del camino para visitar el pueblo de Alberche. El desvío hacia esta alternativa se realiza mediante un giro a la derecha, que se dirige hacia el Noroeste. Esta vía es ancha y de buen tránsito y lleva directamente a la población. La entrada a esta localidad se efectúa por una carretera del extremo sur, en la que se encuentran un panel informativo y un parque en el que poder descansar.
Volviendo a la traza principal del camino, de orientación suroeste, se continúa por los largos y rectos caminos que discurren paralelos al río, y que están rodeados por extensos campos en los que predomina claramente el maíz. Los cruces con los canales y acequias repletos de agua siguen siendo la tónica habitual y en días calurosos se pueden usar para refrescarse. Pronto se encuentra el cruce que lleva a la localidad donde termina esta etapa, en apenas dos kilómetros de distancia. En el horizonte, sobre una pequeña colina, van apareciendo las primeras casas del pueblo de Caleras y Chozas. La entrada se produce por un antiguo puente bajo el cual discurre el camino natural Vía Verde de la Jara, que podría ser un perfecto complemento para esta etapa. Si se decide descansar, el pueblo de Calera y Chozas ofrece todo lo necesario para el reposo.
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Información adicional
Calera y Chozas
Se trata de una población muy unida a la actividad minera, como su nombre indica. Fue fundada en el siglo XV debido al asentamiento de los trabajadores de las distintas explotaciones mineras de cal, con cuya extracción se construyó, por ejemplo, la colegiata de Talavera de la Reina.
Al lado de la plaza ajardinada de la localidad destaca la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, de estilo románico, con una portada renacentista del siglo XVI de la que sobresale un frontón triangular rematado con bolas.
La iglesia fue construida parte en piedra y el resto con ladrillos y tapiales. Está compuesta por tres naves con capillas laterales, una dedicada a Nuestra Señora de la Vega y las otras dos al Santísimo Cristo de Chozas y a Nuestra Señora de los Dolores.
Calera y Chozas cuenta con una importante tradición de festejos con fiestas como el Carnaval, la romería de la Virgen de la Vega o las fiestas mayores de septiembre en honor al Cristo de Chozas.
LIC, ZEC y ZEPA Llanuras de Oropesa, Lagartera y Caldera y Chozas
El lugar está formado por llanuras en la margen derecha del río Tajo, que se desarrollan sobre materiales arenosos de cuencas sedimentarias y depósitos fluviales. Es una zona ocupada por extensas superficies de pastizales xerofíticos anuales y baldíos, con una elevada riqueza y diversidad de aves esteparias, destacando las poblaciones de aguilucho cenizo (Circus pygargus), avutarda (Otis tarda), sisón (Tetrax tetrax), ortega (Pterocles orientalis) y cernícalo primilla (Falco naumanni).
Se conservan formaciones riparias (fresnedas, saucedas, etc.) en los arroyos que surcan la zona y destaca la abundancia de charcas que sustentan hábitats de vegetación anfibia de gran interés, en lagunazos temporales. También existen enclaves de dehesas, generalmente sobre lomas suaves, con un buen grado de conservación.