Red de Caminos
Naturales
Etapa 8: Peralvillo - Las Casas
Descripción
Bordeando el embalse de El Vicario
El camino discurre bordeando el embalse de El Vicario, donde se puede contemplar una rica avifauna desde los miradores habilitados para su observación así como desde los distintos recovecos que forma el embalse.
La etapa comienza en Peralvillo junto a la ermita de San Marcos y frente a la carretera CN-401. Se debe cruzar ésta y circular por ella (con mucha precaución) para, posteriormente, girar a la derecha y cruzar el embalse de El Vicario.
Tras cruzar, la etapa gira a la izquierda para llegar, a unos 500 m, al mirador de El Vicario. En este lugar se puede observar una rica avifauna formada por la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), muy abundante en primavera durante la época de cría, el aguilucho cenizo (Circus pygargus), que nidifica entre los carrizos, el aguilucho pálido (Circus cyaneus), especie que sólo aparece durante el invierno donde se le puede ver volando a baja altura sobre terrenos abiertos y campos de cultivo en busca de roedores y pequeñas aves, el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), asociado a vegas fluviales, zonas húmedas y marismas, y la cigüeñuela (Himantopus himantopus), que se alimenta de pequeños invertebrados, entre otras especies.
La etapa sigue hasta una bifurcación donde se ha de girar a la izquierda. A 100 m se encuentra con una casa que rodea por detrás, siguiendo el estrecho camino que bordea el embalse. Hay que mantener especial atención en este punto porque delante de la casa sale un camino agrícola ancho y muy bien conservado que puede crear confusión: el camino que se ha de seguir es bastante sinuoso, siguiendo las curvaturas del embalse y bordeando los cultivos de cereal, viñedo y olivar.
El camino agrícola anterior se cruzará tres veces y tras el último cruce se ha de recorrer aproximadamente 1,5 km hasta el mirador de la Isla, que se ha instalado al final de un sendero y que se adentra en el embalse, desde el cual se observa una pequeña isla que sirve de refugio a numerosas aves.
Desde el silencio del mirador se pueden observar, entre otras aves, el ánade real (Anas platyrhynchos), el pato colorado (Netta rufina), el porrón común (Aythya ferina), el pato cuchara (Anas clypeata), la cerceta común (Anas crecca), la focha común (Fulica atra), la gaviota reidora (Chroicocephalus ridibundus), la cigüeñuela y la garza real (Ardea cinerea).
Tras este descanso, el camino continúa hasta encontrar una señal direccional de la zona de pesquiles (lugares habilitados para la práctica de la pesca deportiva), donde suele acudir un nutrido grupo de usuarios y en el que se desarrollan numerosos concursos de pesca, siendo las especies más frecuentes el barbo común (Barbus bocagei), la carpa (Cyprinus carpio) y el black bass o perca americana (Micropterus salmoides). Bordeando un brazo del embalse y, al final de una larga recta flanqueada por olivos, se llega a un área recreativa con barbacoas donde suele haber pescadores. El embalse de El Vicario constituye un enclave de gran interés, tanto ecológico como de ocio, al encontrarse próximo a la población de Ciudad Real y debido al gran atractivo que ofrecen las actividades acuáticas.
El entorno del embalse El Vicario está caracterizado por la presencia de reptiles como el lagarto ocelado (Lacerta lepida), la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) y el galápago leproso (Mauremys leprosa); y pequeños mamíferos como el zorro (Vulpes vulpes). Otras especies más visibles son propias de la actividad cinegética como la liebre europea (Lepus europaeus), el conejo de monte (Oryctolagus cuniculus) o la perdiz roja (Alectoris rufa). La vegetación más próxima al embalse está formada por tarays (Tamarix africana), espadañas (Typha dominguensis) y cañizos (Phragmites australis) o árboles como el chopo (Populus alba), mientras que en las zonas más periféricas la vegetación se distribuye en función de la topografía y de los cultivos, pudiéndose encontrar especies residuales propias del bosque mediterráneo como son la retama (Retama sphaerocarpa), el tomillo (Thymus sp.), la lavanda (Lavandula latifolia), la cornicabra (Pistacia terebinthus) y la encina (Quercus ilex).
Continuando por el camino se llega a una intersección donde se debe girar a la izquierda (hacia la derecha se llega al núcleo de Picón) para alcanzar la presa de El Vicario, que se cruza por su coronación.
Nada más pasar la presa, la etapa gira a la derecha discurriendo pegada al río Guadiana por un camino muy estrecho y a veces invadido por la vegetación palustre junto a unos pequeños cortados que hay que rodear para ascender hasta una finca denominada “la Casita del Pescador”, donde el camino gira a la izquierda por una carretera asfaltada.
La etapa continúa recta hasta un cruce donde se debe girar a la derecha con precaución, ya que aquí se comparte el tránsito con vehículos motorizados durante 3,8 km hasta el núcleo de Las Casas. Tras recorrer 1,5 kilómetros se llega a la intersección con la carretera CM-412, y de nuevo se extremará la precaución en este cruce a nivel debido a la circulación de coches y camiones.
Ya en su parte final, la etapa prosigue de frente sobre otro tramo muy recto que llega a otro cruce, común para las etapas 8 y 9. Quienes quieran enlazar con la etapa 9 deberán girar a la derecha, mientras que los que quieran finalizar la etapa 8, girarán a la izquierda para llegar al núcleo de Las Casas, situado a tan sólo un kilómetro frente a la CM-412.
Perfil
Destacados
Información adicional
El Vicario
Situada sobre el propio Guadiana y en el término de Ciudad Real, la presa de El Vicario aprovecha un pequeño relieve en cuarcitas paleozoicas. Es una presa de gravedad, de 173 m de longitud en coronación y 21 m de altura, que fue puesta en explotación en 1973, cuando sólo embalsaba 7 hm3. En 1989 se le instalaron compuertas, con el consiguiente aumento de capacidad hasta 33 hm3. El embalse ocupa terrenos de los términos municipales de Ciudad Real (margen izquierda) y Miguelturra (Peralvillo Alto, margen derecha).