Tramo 3: Camino de los Pastores - Julán

La tercera etapa del sendero circular comienza en el cruce con el Camino de la Virgen, descrito en la segunda etapa. Continúa por una pista de tierra que transita por los característicos prados salpicados de aisladas sabinas (Juniperus turbinata subsp. canariensis) de porte retorcido, propias de esta parte de la isla.

El primer tramo de la etapa atraviesa al completo el valle de El Julán, siguiendo una ruta que era utilizada por los pastores de El Pinar para reunirse con sus ganados, apostados durante buena parte del año en la zona de La Dehesa.

Después de atravesar un pequeño bosquete de pino canario (Pinus canariensis), el camino coincide durante escasos metros con la carretera que baja al Faro de Orchilla, para transitar de nuevo por una pista de tierra primero y acabar después en la senda que atraviesa el paraje denominado El Julán. Se trata de una ladera de fuerte pendiente que baja desde las crestas del valle de El Golfo hasta el mar por la vertiente meridional de la isla. El Julán es un territorio deshabitado y profusamente rayado por barrancos de sustrato volcánico.

En el tramo por el paraje de El Julán pueden admirar las manifestaciones más puras del pinar original, ya que el sendero coincide con las cotas más bajas de pino canario que se desarrolla hacia la cumbre. También se encontrarán tabaibas (Euphorbia sp.) y sabinas, abundantes en la zona.

A lo largo del camino, aparecerán antiguos refugios de piedra que eran utilizados por los pastores en sus desplazamientos con sus rebaños hacia los pastos de los terrenos comunales. Será habitual que las bandadas de cuervos (Corvus corax) acompañen a los senderistas durante su andadura, ya que, de entre las islas del archipiélago, tan sólo en El Hierro se pueden observar de manera tan abundante estas aves.

Poco después de avistar una majestuosa faya (Myrica faya) en uno de los numerosos barrancos que cruzan El Julán, la senda llega hasta el Centro de Interpretación del Parque Cultural de este paraje, desde el cual se podrá disfrutar de una espléndida panorámica del Mar de Las Calmas y de la Reserva Marina de La Restinga.

En la intersección con la carretera que transita por El Julán (la única vía asfaltada para atravesar esta parte de la isla) el sendero continúa por una pista forestal. Inicialmente, el camino discurre entre el límite del pinar y una zona de parcelas con diferentes cultivos. Desde el camino se podrá ver a lo lejos la montaña de La Empalizada, repoblada con pino radiata (Pinus radiata).

Más adelante, el sendero abandona el área de influencia del pinar y desciende de forma continuada entre muros de piedra en seco que defienden las fincas, en su mayoría abandonadas, donde crecen tuneras (Opuntia maxima), higueras (Ficus carica) y otros frutales, si bien la mayoría de ellas están dedicadas a la vid, tal y como ocurre en la mayor parte de El Hierro.

Los vastos bosques de pino canario, localizados desde los 900 m hasta las cumbres de la isla, han marcado durante siglos la vida de los habitantes de esta zona. Prueba de esto es la denominación de El Pinar a un municipio de reciente creación cuyo nombre procede de la riqueza forestal de esta parte de la isla. Este término municipal está formado por los núcleos de Las Casas y Taibique, situados en el límite sur de los grandes pinares que ocupan gran parte del término municipal.

Poco antes de alcanzar el barrio de Taibique, el sendero abandona el Parque Rural de Frontera, por el que transitaba desde su comienzo. En Taibique, asentamiento eminentemente rural, destaca su adornada plaza, lugar donde finaliza esta etapa del sendero.