
Puntos de Interés
Hydrography
Gola de Migjorn

La Gola de Migjorn es como se conoce a una de las antiguas desembocaduras del río Ebro. Actualmente se encuentra activa por medio de una canalización que finaliza en una de las playas más bonitas del parque natural y con la que comparte nombre.
La playa de Migjorn, a pesar de su lejanía con las zonas urbanas, es un enclave espectacular que cuenta con varios puntos de acceso, aseos portátiles, bar restaurante y parking. En ella podemos pasear por sus más de 2 km de longitud de arena fina y dorada pasando cerca de la laguna de la Alfacada donde encontramos puntos estratégicos en los que fotografiar u observar la flora y fauna del parque. También se pueden realizar rutas en kayak, disfrutar de un baño en el mediterráneo o practicar naturismo.
Esta zona del parque natural está compuesta por sistemas dunares que, en las áreas más próximas a la costa, presentan modificaciones estacionales a causa de las mareas y los vientos. Por su parte, en las zonas alejadas de la influencia marina, encontramos dunas estables en las que habitan especies vegetales, llamadas psamófilas, capaces de adaptarse a la movilidad del suelo y la elevada exposición solar, como el lirio de mar (Pancratium maritimum). Estas especies vegetales, que florecen en primavera y verano dando lugar a un paisaje idílico, permiten la sujeción del suelo y la formación de colonias de otros seres vivos como insectos, pequeños roedores, reptiles, aves limícolas y gaviotas. Entre éstas últimas, destaca la gaviota Audouin (Larus audouinii), que actualmente está en peligro de extinción. Es uno de los muchos ejemplares de los que podemos disfrutar en la gola y cuya colonia más importante reside en el parque durante los meses de marzo a septiembre.
La Gola de Migjorn, además, es un punto estratégico del parque pues sirve como barrera entre los campos de arroz y la Isla de Buda, formada durante siglos gracias al arrastre de sedimentos. En su interior cuenta con dos lagunas consideradas reservas ornitológicas en las que podemos observar, durante todo el año, aves como el flamenco común (Phoenicopterus roseus) o el pato colorado (Netta rufina).
La conservación de la tradición es palpable en la Gola de Migjorn pues es habitual ver durante la pleamar o en las últimas horas del día y la noche a los anguleros con sus cedazos o matices de madera. La gola es uno de los accesos que emplean las anguilas en busca de la corriente de los ríos para alcanzar zonas húmedas donde continúan su crecimiento. Durante su madurez, la anguila habita el cauce del río, y una vez finalizado su desarrollo recorre de nuevo el río para poder volver al mar y reproducirse. Este fenómeno ha permitido la práctica de la pesca de la angula y la anguila de una forma respetuosa que a su vez ha favorecido la conservación de la tradición y gastronomía local.