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Hydrography
Desembocadura del Río Gállego
El río Gállego discurre enteramente por territorio aragonés desde el pirineo durante casi 200 km hasta desaguar en el margen septentrional del río Ebro, en el límite oriental de la ciudad de Zaragoza, donde este afluente hace las veces de frontera natural de la capital maña.
A partir de su nacimiento a 2200 m de altura, cerca de la frontera con Francia, país del cual deriva su nombre (Gallicus significa ‘de la Galia’), el río baja ininterrumpidamente por el Valle de Tena y llega a la localidad de Sabiñánigo, donde se desvía hacia el oeste hasta el pantano de La Peña para formar nuevamente un codo en dirección sur que ya no abandonará hasta su muerte en esta desembocadura.
A lo largo del siglo XX el río Gállego fue objeto de una serie de cambios que supusieron alteraciones en su régimen fluvial. La construcción de diferentes embalses aguas arriba, la creación de azudes y batanes a lo largo de su recorrido, las derivaciones para riego, la extracción de áridos y el uso del río como escombrera impactaron significativamente en éste, disminuyendo el caudal del afluente en su tramo inferior. Por fortuna, con la paralización de las extracciones y la disminución de los vertidos, así como con la regeneración de la cubierta vegetal, las condiciones del río se han visto actualmente mejoradas.
Justo antes de llegar a la zona antropizada del entorno urbano de Zaragoza, se encuentra el bajo Gállego, una Zona Especial de Conservación (ZEC). Pese a que la desembocadura no forma parte de esta área integrada en la Red Natura 2000 debido a la industrialización de sus alrededores, la desembocadura del río Gállego sigue manteniéndose como un ecosistema clave. En este punto, se tiene la oportunidad de apreciar parte del esplendor que el río dibuja apenas unos kilómetros más al norte.