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Municipality
Torre de Berrellén
Allá donde se unen el río Jalón y el río Ebro, se encuentra el municipio de Torres de Berrellén. Este pueblo de naturaleza y gastronomía, ubicado a 23 km al oeste de la ciudad de Zaragoza, se asienta sobre los materiales terciarios de la Depresión del Ebro. El término municipal es seccionado por ambos ríos y es en la margen suroriental donde se ha aprovechado el terreno para levantar el núcleo poblacional.
Al otro lado del río, sobre lo alto de los escarpes de yesos, encontramos una serie de yacimientos de diferentes épocas que corresponden con asentamientos de tribus celtíberas del siglo VII a.C., establecimientos romanos, pero, principalmente, los restos de una antigua atalaya medieval que data del año 1080, el castillo del Castellar. No son claros sus comienzos, pero se deduce que son islámicos, levantado durante el reinado de la dinastía Banu Qasi de la taifa de Zaragoza. Con la ocupación aragonesa, liderada por Sancho Ramírez, se habitó esta fortificación defensiva y con los años pudo asentarse una población a sus pies. Del que antiguamente era un importante fortín, hoy queda un reducto a causa de la erosión del río y los desprendimientos.
El núcleo de población se cree que surgió de los campos de una persona llamada «Ibn Ranán» (Aben Renén), que también se cree que pudo dar nombre al pueblo. A partir de la ocupación del castillo de El Castellar, la población descendió a la ribera. El pueblo pasó de mano en mano señorial y, durante la posesión de la Casa de los Cerdán, en el año 1466, hubo conflictos con la ciudad de Zaragoza sobre la leña del monte de El Castellar y como respuesta la villa fue destruida casi por completo. A raíz de ello, el pueblo se movió a su enclave actual.
Torres de Berrellén tampoco fue indiferente a la Guerra Civil Española. Con las noticias de la sublevación franquista, algunos habitantes del pueblo se organizaron en una revuelta que acabaría, junto con otras actuaciones, con más de medio centenar de víctimas tras la guerra. Hoy se conmemoran y se rinde homenaje a estos hechos con proyectos de memoria histórica.
Entre su patrimonio es destacable la ermita de la Virgen del Castellar, datada del año 1853, en la zona de El Castellar y que sustituye a su predecesora del siglo XVII, que se derrumbó a causa de los movimientos de tierra de los escarpes. La ermita que se puede visitar hoy fue construida con planta cuadrada y material de ladrillo. Es de importancia para los habitantes de Torres de Berrellén porque cada 8 de marzo y el último domingo de septiembre, con las fiestas patronales, se cruza el río Ebro en barca y ascienden en romería hasta la ermita.
Dentro del pueblo se puede visitar la Iglesia Parroquial de San Andrés. Un edificio del siglo XVI, construido en ladrillo y ampliado con el paso de los siglos. Dentro guarda los retablos de Nª Señora del Castellar, además de una imagen de la Virgen del Castellar del siglo XIII, del Rosario, Santos Fabián y San Sebastián, Santo Cristo, San José y un Altar mayor.
En cuanto al Ayuntamiento, se trata de una obra del siglo XVII de estilo arquitectónico aragonés construida por Baltasar Ximénez-Cerdán (1620). Se sabe, por unos antiguos planos, que abarcaba cerca del doble de su superficie actual. Esta construcción con los años pasó a pertenecer al duque de Villahermosa del que heredó su nombre como Palacio de los Duques de Villahermosa. Más adelante, pasó a pertenecer al Ayuntamiento y fue en 1986 cuando se convirtió en su sede.
Finalmente, cabe destacar que la actividad económica principal se basa en el cultivo de los melones de Berrellén, una variedad de melones con características únicas que llegó a desaparecer.