
Puntos de Interés
Hydrography
Río Jalón
El río Jalón se sitúa al nordeste de la Península Ibérica constituyéndose como uno de los principales afluentes del río Ebro. Presenta una longitud de 224 km con nacimiento en la Sierra Ministra, Benamira, en la provincia de Soria, y desemboca en el Ebro en el municipio de Torres de Berrellén, Zaragoza. Su cuenca drena una superficie de 9338 km2 y en su desembocadura presenta un caudal que ronda los 21 m3/s, aunque al ser un río de régimen pluvial mediterráneo varía con las estaciones del año.
Las aguas del Jalón fertilizan las tierras y calma la sed de ciudades tan emblemáticas como Calatayud y Medinaceli. Deja tras de sí preciados tesoros naturales en su camino como las Gargantas del Jalón o las Hoces del Jalón. Además, en el propio valle del Jalón, pueden encontrarse todavía casas cuevas habitadas que acompañan al río, las Murallas de Grisén, los Balnearios de Alhama de Aragón, Puntos de Interés Geológico o monumentos y otras formas de patrimonio pertenecientes a los pueblos que se reparten junto al río.
Dado que su caudal natural es irregular, se han construido presas como la de La Tranquera, Monteagudo o Maidevera que consiguen regular las aportaciones de sus afluentes y así hacer un mejor uso de este recurso, además de evitar avenidas. Antiguamente se empleaban sistemas de canales, acequias y azudes que todavía persisten para garantizar el suministro a la población y regar los cultivos.
Su morfología no es constante. En su nacimiento se abre camino sobre praderas próximas a Medinaceli y sigue discurriendo entre las mesetas abarrancadas de calizas y yesos de Somaén hasta Arcos de Jalón. En este tramo recibe las aguas principalmente de manantiales, del Río Blanco y otros arroyos como el Arroyo de la Hoz, el Arroyo del Salobral del Avenales o el Arroyo de Grederos.
El tramo medio del río Jalón se caracteriza por atravesar valles de gravas y arcillas, seguidamente fluir por los pliegues calcáreos de Alhama de Aragón y serpentear por los meandros de Bubierca para volver a abrirse al valle en la Depresión del Ebro. Al río se le suman en esta sección las aguas de los ríos Nágima y Henar además de los ríos Monegrillo, Piedra, Mesa y Manubres. Asimismo, se encuentra con los afluentes Jiloca, Perejiles y el río Ribota.
Por último, el río, en la desembocadura, continúa dibujando formas de galachos sobre el árido terreno aragonés hasta finalmente descansar sobre el río Ebro. Es en este último transecto donde recibe aguas del río Aranda, el Mediano, el Grío y el Alpartir.
La vega se beneficia de los efectos del río y es un elemento muy importante para los frutales, cereales y demás formas de cultivo que se siembran en sus laterales. Además, el efecto sobre la biodiversidad es inmenso especialmente en las zonas de desfiladeros y cañones puesto que ofrece refugio a aves rupícolas como el buitre leonado, el alimoche, el águila real, el búho real, el águila perdicera, el roquero rojo o la chova piquirroja. La cabra montesa se puede encontrar en estos parajes además de encinas, enebros o arces de Montpellier.