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Municipality
Pradilla de Ebro
En la Comarca de la Ribera Alta del Ebro, concretamente situada en la orilla izquierda del rio y a 46 km de la capital aragonesa, se encuentra la localidad de Pradilla de Ebro. Se trata de un municipio cuya extensión ocupa el galacho de Los Fornazos en la margen derecha, y una zona de monte denominada Montes y Corralizas.
El nombre de Pradilla de Ebro tiene su origen en el latín pratum, que significa prado o pradera. Ya en la edad media se hacía referencia a este municipio con el nombre de Pradella o Patrella, destacando de este lugar el verdor de su suelo gracias a la proximidad del río Ebro.
Debido a la gran extensión ocupada por bosque en la época pre-árabe y a las difíciles condiciones existentes en las zonas próximas al río, no era sencillo ocupar estos terrenos, por ello el asentamiento antiguo y más cercano del que se tienen datos es el asentamiento celtibero Val de Taus, tal y como han evidenciado los restos hallados en el yacimiento arqueológico de Tauste.
Este municipio era uno de los principales puntos de vigilancia del río Ebro durante la Edad Media, lo que llevo consigo el escaso desarrollo de la actividad económica y la ausencia de población. Con la conquista árabe la localidad continuó con la misma dinámica. Sin embargo, esto cambió con la llegada de la población cristiana y con la expansión de los regadíos por el Canal de Tauste, lo cual supuso la intensa colonización del lugar a finales del siglo XVIII.
En cuanto a los edificios más destacados es importante señalar la iglesia de parroquial de Nuestra Señora del Rosario de finales del siglo XIV. El edificio fue sometido a numerosas modificaciones debido a los daños que sufrió por la guerra civil. Conserva su torre de estilo mudéjar, incluida en catálogo de Patrimonio Cultural aragonés, y declarada por la UNESCO, junto con el resto del Mudéjar Aragonés, como Patrimonio de la Humanidad.
Tal y como se ha mencionado anteriormente, Pradilla de Ebro se extiende por el galacho de Los Forzanos, lo que aporta a la localidad un importante valor natural ya que se trata de zona rica en biodiversidad que da refugio a diversas aves migratorias, como el carricero (Acrocephalus scirpaceus).
Las fiestas patronales se celebran en la localidad el 20 de enero y el 7 de septiembre en honor de San Sebastián, y el primer domingo de mayo tiene lugar una romería festejada con los dulces típicos de la zona, las coscoranas.