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Culture
Necrópolis de Villanueva Soportilla
A poco más de kilómetro y medio de la localidad de Villanueva Soportilla, perteneciente al municipio burgalés de Bozoó, se encuentra la necrópolis de Santa María de Tejuela, también conocida como necrópolis de Villanueva Soportilla.
Este yacimiento de la época altomedieval se ubica muy cerca del cauce del río Ebro, en una especie de plataforma de roca caliza. El complejo conserva los restos de un cementerio que contaba con más de 320 tumbas excavadas en la roca. Las excavaciones comenzaron en 1970, tras el descubrimiento del Mariano Valdizán, y los la calidad y valor de los elementos encontrados convirtió este enclave en uno de los mayores cementerios medievales conocidos hasta la fecha.
En la Edad Media se creía que roca garantizaba que los cuerpos llegaran intactos al juicio final, por lo que se excavaban tumbas de tipo bañera en la roca. Algunos de los nichos tienen una oquedad para la cabeza y por eso son denominadas como antropomorfas. Además de las tumbas también se han encontrado algunos sarcófagos de piedra destinados a los miembros más relevantes de la comunidad. Cabe destacar que la distribución y posición de las tumbas aporta mucha información sobre algunos de los comportamientos sociales y culturales como la distinción de agrupaciones por familias.
Estos enterramientos pertenecían a una comunidad altomedieval jerarquizada que se desarrolló durante los siglos VIII y XI. Esta comunidad practicaba la religión cristina y su economía estaba basada en la agricultura y la ganadería.
Próximo al cementerio se encuentran los restos de una población de la que solo quedan las bases de algunas viviendas, un templo anexo a la necrópolis y el edículo.