Cultura

Castillo de Rico Roque

En el siglo XV, Jean de Béthencourt erigió una fortificación en el tablero del Saladillo, perteneciente al municipio de Antigua y muy cerca del poblado de la Atalayita conocida como el Castillo de Riche Roche.

Se han encontrado menciones a esta construcción en las crónicas franco-normandas, él Le Canarien en las que detallan la situación geográfica de este punto estratégico en la conquista de Fuerteventura. Gracias a estos escritos se conoce la ubicación geográfica, así como distintos aspectos del castillo, levantado en una fuerte pendiente a 6 km de la costa y encima de una fuente que la llamaron Roche.

No sería el único lugar donde es mencionada la infraestructura, ya que también aparece en documentos de la inquisición del siglo XV, donde se indica que la fuente de Riche-Roche se encuentra cercana al Pozo Negro.

Actualmente los restos de este castillo betancuriano, así como de la citada fuente, se localizan en el margen derecho del tablero del Saladillo en una colina en la que quedan los vestigios de una estructura defensiva apenas apreciable, de forma ovalada con algo más de 4 m de diámetro y, a poca distancia, se ubica los restos de una estructura rectangular desde la que se divisa todo el valle.

Tras el desmantelamiento y posterior destrucción a comienzos del siglo XVIII de esta infraestructura, no había ninguna fortificación que defendiese la isla por lo que el Capitán General de Canarias propuso la construcción de baluartes capacitados con artillería.

Parece ser, que la actual Torre del Tostón podría estar edificada sobre la antigua fortaleza de Riche Roche. Esta torre es obra del ingeniero Antonio Riviere, que, además de esta construyó otras dos torres defensivas, una en Caleta de Fustes y otra en Taralejo.

En su labor contaría con la colaboración del ingeniero Claudio de Lisle. Las tres torres constan de planta circular a dos alturas. El acceso al interior se realiza a través de una escalera en cantería que da lugar a un puente elevadizo con cadenas de hierro. Rodeado por una bajada al repuesto de pólvora y por una explanada de losas. Frente a la puerta, una guarnición militar de hasta doce hombres y un pequeño cuarto.