Puntos de Interés
Vegetación
Pino silvestre
El pino silvestre (Pinus sylvestris) es un árbol de gran porte que puede llegar a alcanzar los 40 m de altura. Su tronco es grueso y se caracteriza porque en su parte superior adquiere un tono anaranjado que permite distinguir esta especie de otras con características similares. Sus hojas tienen un tono azulado y sus piñas suelen ser pequeñas, midiendo entre 3 y 6 cm de largo. Los piñones provenientes de este tipo de pino son muy pequeños y poseen un ala que facilita su dispersión cuando la piña madura y se abre. Los pinos silvestres son una especie que prefiere los climas fríos y húmedos del norte, aunque también puede crecer en zonas montañosas del sur siempre que sea una zona con suficientes precipitaciones. Crece sobre todo en terrenos de entre 1.000 y 2.000 m de altitud. En cuanto a su distribución geográfica, es una de las especies de pino más extendida en nuestro país, solo por detrás del pino resinero. Aunque se extiende de forma natural por toda la mitad norte de la Península, no es extraño encontrar repoblaciones de esta especie en muchos otros lugares montañosos.
Con respecto a los usos de esta especie, destaca sobre todo la utilidad de su madera, la más apreciada de todos los pinos ibéricos, y que constituye un motor económico en zonas como, por ejemplo, este entorno montañoso al sur de la provincia de Segovia, donde la explotación de este tipo de árboles ha provocado incluso que esta especie también sea conocida como “pino de Valsaín” –en alusión a uno de los montes que conforman el sistema montañoso de la sierra de Guadarrama-. Además de su madera, también se utilizan sus aceites esenciales y su resina, principalmente empleados en medicina tradicional como antisépticos o para combatir dolencias pulmonares.