Puntos de Interés
Vegetación
Olivar
El olivo es uno de los cultivos más importantes para la agricultura de nuestro país. No en vano, España es el primer productor y exportador mundial de aceitunas de mesa y de aceite de oliva. Se trata de un tipo de cultivo histórico en nuestro país, pues existen documentos que demuestran la existencia de olivares en España desde la antigüedad. Supone una especie con una gran trascendencia para enclaves como este al sur de Extremadura donde se cultivan hasta cinco variedades diferentes de aceitunas.
En total en nuestro país se dedican más de 2,5 millones de hectáreas a olivares cuyos frutos sirven para la elaboración del conocido como “oro líquido”, clave de la gastronomía Mediterránea. Los olivos son árboles perennifolios, longevos y que pueden llegar a medir 15 m de altura. Sus flores, de color blanco, son hermafroditas y florecen entre los meses de mayo y julio en el hemisferio norte y entre noviembre y enero en el sur. En cuanto al periodo de fructificación de las preciadas aceitunas, este se desarrolla entre septiembre y diciembre en el hemisferio norte y en el periodo comprendido entre marzo y junio en el sur. El olivo es una especie mediterránea muy adaptada al clima de la zona y que, a pesar de ser sensible a las heladas, puede llegar a soportar temperaturas de hasta -10ºC.
Se trata de un cultivo que forma parte del paisaje de las extensas llanuras de esta zona de Badajoz, limítrofe con la provincia de Sevilla donde el paisaje continúa salpicado por amplias extensiones llenas de olivares. Existen cerca de 200 variedades de olivo en todo el mundo. En el caso de la provincia de Badajoz las variedades más comunes que se cultivan son verdial de Badajoz, cornicabra, morisca, manzanilla de Sevilla y manzanilla cacereña.