Puntos de Interés
Hidrografía
Río de Salobre
Se trata de un cauce fluvial que pertenece a la demarcación hidrográfica del Guadalquivir y cuyo nacimiento se produce a unos 1.300 m de altura en el enclave natural conocido como Puerto de las Crucetas, en el entorno de la sierra de Alcaraz, localizada en la provincia de Albacete.
El nombre de este río –así como de la localidad homónima que atraviesa y a la que da nombre– deriva de las peculiaridades de sus aguas en cuanto a las concentraciones de sal que existen en él y que derivan de un tiempo remoto en el que el mar cubría la península Ibérica y cuyas aguas quedaron atrapadas en algunos pozos subterráneos.
Tras un recorrido de poco más de 20 km que discurren íntegros por la provincia de Albacete y que dejan a su paso un impresionante paisaje, el Salobre vierte sus aguas en el río Guadalmena –afluente a su vez del Guadalimar que, finalmente, se une al Guadalquivir–. Asimismo, en su trayecto por este entorno natural privilegiado este cauce fluvial recibe el aporte de las aguas del río de Angorrilla y del río del Ojuelo. En relación a la vegetación que rodea este cauce fluvial destacan las especies de ribera como, por ejemplo, la chopera.
Gran parte del itinerario del río es recto, no obstante, en algunos tramos el Salobre serpentea entre la escarpada orografía dando lugar a rápidos, remansos y pozas que tienen un indudable valor paisajístico y medioambiental. Con respecto a la calidad ambiental del río, en general no existe en este cauce fluvial ninguna actividad humana que la altere sustancialmente, lo que ha permitido que el río mantenga sus principales valores naturales prácticamente intactos.
La trascendencia medioambiental del río Salobre ha sido probada como algo indiscutible, ya que la cabecera de este cauce fluvial supone una de las mejores muestras de los ríos mineralizados de baja montaña mediterránea. Como resultado de su relevancia desde el punto de vista geológico y paisajístico este enclave ha sido incluido como Reserva Natural fluvial.
Entre los tramos más importantes del cauce fluvial destaca el paraje conocido como Estrecho del Hocino, un desfiladero entre el que el Salobre discurre encajado y que constituye una impresionante formación de materiales de la era paleozoica y mesozoica, durante las que los dinosaurios habitaban la tierra.