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Cultura
Basílica de Cap des Port
Allí donde acaba la Bahía de Fornells, entre Son Parc y Ses Salines se levanta la Basílica des Cap d’es Port. Se trata de una construcción paleocristiana de finales del siglo V d. C. o inicios del siglo VI d. C. Descubierta en 1958, su acceso se encuentra en el propio Camino Natural Camí de Cavalls.
La basílica se organiza en torno a una nave central orientada al este, en cuyo alrededor encontramos adosadas varias estancias que, con el tiempo, han padecido cambios estructurales, como reformas o ampliación de su espacio.
Bajo la nave central, aprovechando el desnivel del terreno, había una cripta que, bajo el ábside, que exteriormente tiene forma rectangular, tenía planta de cruz griega. Esta cripta fue descubierta durante unas excavaciones realizadas en 1959 y posteriormente entre 1975 y 1985 y se comunicaba con el santuario con unas escaleras en el lado oeste. En ese punto es donde se encontraría la puerta de acceso a la basílica y el coro elevado, cubierto con bóveda y construido con grandes sillares de piedra sin escuadrar, que se encontró derrumbado en el interior de la nave. La duplicidad de muros a los dos lados de la nave se podría explicar, tal vez, por la necesidad de sostener esta pesada estructura.
La pila bautismal, en forma de estrella de cuatro puntas, está situada en una habitación en el extremo noreste del edificio, pavimentada con opus signinum, antiguo cemento romano, y con paredes enlucidas y pintadas. En el interior de la iglesia también se han localizado cinco cámaras funerarias con tumbas cubiertas de losas de este mismo material. De la basílica se han podido recuperar algunas de las pinturas murales, con numerosos grafitis en latín y griego, pilastras, columnas, capiteles y basas, dos fragmentos de una misma mesa de mármol -posiblemente de altar-, diversos objetos entre los que destacan una cruz de piedra, una cruz de bronce, que debía de pertenecer a alguna cadena o elemento de suspensión, y dos joyas de pasta de vidrio, así como un sarcófago romano de piedra que se conserva en el Museo de Menorca.
Gracia a los estudios que se han realizado del material cerámico encontrado en el complejo, se sitúa la fundación de la basílica a finales del siglo V d.C. o inicios del VI d.C. y se cree que estuvo en funcionamiento a lo largo del siglo VII d.C.