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Geología
Antigua Mina de Sierra Menera
Para hablar de la Mina de Sierra Menera es necesario remontarse muchos años atrás, hasta llegar al Paleozoico. El origen de estas minas es sedimentario. Los expertos indican que se partía de rocas ricas en carbonatos de hierro y magnesio. Después, la acción de agua que se filtraba a través dichas rocas, disolvían los minerales presentes y los concentraron en cuevas que, con el paso del tiempo, fueron formando el yacimiento.
Según los historiadores, tanto celtíberos como romanos construyeron distintos asentamientos defensivos en este entorno y aprovecharon su tiempo en estos territorios para explotar sus minas e iniciarse en las prácticas de fundición del mineral.
Con el paso del tiempo, este yacimiento de hierro se convirtió en uno de los más importantes de nuestro país, de hecho, entre los siglos XVI al XIX, Sierra Menera llegó a abastecer de hierro a todas las fábricas metalúrgicas de Cuenca, Guadalajara y Albarracín.
Con la puesta en vigor de la Ley de Minas de 1825, el yacimiento de Sierra Menera fue fragmentado, aunque años más tarde, la Compañía Minera de Sierra Menera se encargaría de su unificación, concretamente en 1900. El objetivo que perseguía esta compañía, que pertenecía a Ramón de la Sota y Eduardo Aznar, era extraer el hierro de Ojos Negros y Setiles para, posteriormente, trasladarlo en tren hasta los Altos Hornos situados en Sagunto donde se llevaba a cabo la fundición del mineral.
La Compañía se haría con dos excavadoras frontales de vapor en el año 1921, iniciándose así una nueva época en la que se procedió a la mecanización de las explotaciones y al trabajo a cielo abierto.
Posteriormente se irían añadiendo mejoras de forma progresiva, como la instalación de una cinta transportadora para unir las dos vertientes de la sierra. De esta manera era posible trabajar, al mismo tiempo, en Ojos Negros y Setiles.
En 1969 los dueños de la mina construyeron una nueva planta destinada a la trituración y clasificación del hierro y, un año más tarde, instalarían una plataforma que permitía la carga automatizada sobre los vagones. Hoy día todavía es posible observar los restos de todas estas infraestructuras en la zona.
A principios de la década de los 70, se generalizó una importante crisis a nivel mundial en el sector de la siderúrgica. Esta situación acabó afectando a los Altos Hornos del Mediterráneo, lugar donde era trasladado el hierro de Sierra Menera. Cuando los altos hornos cerraron, la mina caería en desgracia, provocando su cierre definitivo en 1987.
Como dato curioso indicar que, según la propia Compañía Minera, Sierra Menera, contaba con varios cientos de millones de toneladas de hierro a principios del siglo XX. La mayor parte de ellos fueron extraídos durante el auge del sector aunque según la propia Diputación de Teruel, podrían quedar disponibles a día de hoy unos 110 millones de toneladas.
En la actualidad, esta zona se ha convertido en punto de interés turístico, donde los visitantes pueden observar los fascinantes paisajes resultantes de la explotación minera a cielo abierto