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Cultura
Ermita de San Bartolo
Según cuenta la leyenda, surcando las bravas aguas del mar Cantábrico en un barco de piedra desprovisto de remos y velas, llegó el apóstol San Bartolo hasta lo que hoy constituye la localidad lucense de Barreiros. Tal proeza motivó que fuera construida en su honor una pequeña ermita en las proximidades de la costa y que, además, se le diera su nombre a la playa a la que arribó el santo.
Este templo a orillas del Cantábrico es de pequeñas dimensiones y estilo sobrio. Aunque hoy se trata de una ermita poco transitada, durante décadas contó con una importante devoción por parte no solo de los vecinos de Barreiros, sino de otras zonas de la comarca, que se acercaban hasta ella periódicamente cada 24 de agosto para celebrar la romería en torno a San Bartolo, que se celebraba también en la playa homónima.