Infraestructura

Central nuclear Santa María de Garoña

La central nuclear Santa María de Garoña está situada en un meandro del río Ebro a su paso por la localidad que le da nombre y que pertenece al municipio del Valle de Tobalina, en la provincia de Burgos.

Se trata de una central de segunda generación con un reactor de tipo BWR-3 construida en la década de 1960. Su inauguración en el año 1971 supuso todo un hito, ya que se trataba de la mayor central nuclear de su clase en Europa.

Utiliza un reactor de agua en ebullición que emplea uranio enriquecido como generador de calor. Con dicho calor se genera el suficiente vapor de agua para hacer funcionar tres turbinas encargadas de producir electricidad. Dada su estratégica ubicación, sobre un meandro en del río Ebro, el agua de este curso fluvial era utilizada como parte del sistema de refrigeración.

Durante la mayor parte de su vida útil estuvo gestionada por Nuclenor, un empresa formada por Iberdrola y Endesa. Su producción energética estaba entre 3500 y 3700 GWh al año, llegando a alcanzar en 2011 una producción de 3742 GWh, suponiendo el 6,5 % del total de producción nuclear nacional y el 1,4 % del total eléctrico producido a nivel nacional.

Su vida útil estaba programada para 40 años por lo que en 2009 se autorizó una prórroga que permitió su funcionamiento hasta 2013. Sin embargo, no hubo más prórrogas debido a las medidas que se debían cumplir en todas las centrales nucleares tras el accidente de Fukushima y que requerían de importantes obras e inversión. Por este motivo, en 2017, el Ministerio de Energía denegó la autorización de continuidad del reactor lo que significó el cierre definitivo de la central.