Puntos de Interés
Informacion
Penal de Valdenoceda
Los orígenes de esta conocida prisión se remontan a la primera mitad del siglo XIX. Por aquel entonces este edificio fue levantado para acoger una fábrica de harinas.
Años más tarde, el complejo fue comprado por la familia Alday que logró transformarlo en lo que sería la primera factoría de seda artificial de nuestro país. A pesar de este importante hito, el edificio fue desmantelado y el negocio se trasladó en 1928 a la ciudad de Burgos.
Diez años más tarde se reconvertiría, por orden de Tomás Domínguez Arévalo, ministro de Justicia de la zona sublevada durante la guerra civil española en una prisión central, comenzando así la leyenda negra de Valdenoceda.
Hasta allí llegaban provenientes de toda España miles de presos, juzgados y condenados por cualquier motivo. Con el tiempo el penal llegaría a ser conocido como un auténtico campo de exterminio. Era característico su elevado nivel de hacinamiento, tanto es así que, a pesar de tener una capacidad máxima para albergar 300 personas como máximo, en algunos momentos llegó a cobijar más de 1600 presos republicanos al mismo tiempo.Los habitantes del penal de Valdenoceda sufrían unas condiciones de vida infrahumanas. El hambre y la mala calidad del agua eran caldo de cultivo de diversas enfermedades como colitis o tuberculosis.
Los que conseguían sobrevivir tenían que enfrentarse en numerosas ocasiones a la celda de castigo. Un habitáculo que se encontraba en los sótanos de la construcción, junto al canal del río Ebro que en su día dio servicio a la fábrica de harinas. Sobra mencionar que el agua entraba libremente en esta celda, llegando incluso a inundarla durante los episodios de crecida del río.
La prisión estuvo en funcionamiento entre 1938 y 1943, dejando tras de sí una estela de fallecidos y desaparecidos.