Red de Caminos
Naturales
Etapa 20: Boinás - Tuña
Descripción
En tierras de vaqueiros
La etapa discurre entre los concejos de Belmonte de Miranda y Tineo por tierras de vaqueiros, desde el pueblo de Boinás hasta el núcleo rural de Tuña, situado en pleno valle del río Genestaza, muy cerca de uno de los fenómenos geológicos más singulares de Asturias, la llamada Fana de Genestaza, donde los constantes derrumbes del terreno amenazan con seccionar la montaña.
Desde el concejo de Belmonte de Miranda, el Camino Natural se encamina hacia el de Tineo por tierras de vaqueiros, el grupo más singular dentro del nomadismo y la trashumancia asturiana que, junto a su familia y enseres, cambiaban de residencia buscando los pastos de las zonas altas (alzada) en verano, trasladándose en invierno a zonas más bajas (brañas). En Belmonte de Miranda aún se mantienen brañas vaqueiras, como los pueblos de Villaverde, Santa Marina, Carricedo o Pontigo.
Partiendo de Boinás, la ruta abandona el pueblo por la carretera para desviarse en dirección a Quintana. Para llegar hasta allí, el camino cruza el río Cauxa por carretera, a la altura de un molino situado a orillas del río, y asciende dejando a la derecha la iglesia de San Julián.
Una vez en Quintana, siguiendo las indicaciones, junto a un hórreo que es preciso dejar a la izquierda, el trazado comienza a descender por una estrecha carretera, cruzando de nuevo el río Cauxa, entre prados y bosquetes de castaño (Castanea sativa), en dirección al núcleo rural de Alcedo (Alcéu).
Después de abandonar Alcedo, el camino comienza a descender moderadamente, pero luego vuelve a subir hasta encontrar un cruce en donde la señalización propone dos alternativas para llegar a Tuña. La opción principal continúa por una pista de zahorra que lleva al pueblo de Espinaredo (Espinareu) y la ruta alternativa prosigue descendiendo por la carretera.
Siguiendo con la ruta principal, el trazado desciende entre prados y zonas de matorral, hasta llegar al núcleo rural de Espinaredo, ya en el concejo de Tineo, donde el trazado vuelve a incorporarse a carretera. Por el camino encontraremos una mesa temática que interpreta la vista panorámica que hay desde la zona.
Desde Espinaredo, la ruta discurre por carretera y, poco después de cruzar el río Genestaza, alcanza el núcleo rural de Torayo (Torayu), continuando por carretera, entre prados y bosquetes de castaños y robles (Quercus robur), hasta llegar a Tuña. En la plaza del General Riego, al lado de la iglesia de Santa María, encontraremos el panel de inicio-fin de etapa. En este mismo municipio se encuentra la casa natal de dicho General, declarada Bien de Interés Cultural (Casa de la Chamborra).
La otra alternativa que encontraremos en el cruce posterior a la población de Alcedo propone seguir descendiendo por carretera, entre prados y zonas de matorral, hasta encontrar la señalización que desvía el trazado. A partir de aquí, el camino desciende moderadamente, atraviesa el caserío de Solanos y, a escasos metros, se incorpora a una pista asfaltada, desviándose poco después por la carretera en dirección a Tuña.
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Información adicional
Los vaqueiros de alzada
El origen de los vaqueiros de alzada se remonta a los siglos XIV y XV, cuando la nobleza se hace con el poder que hasta la fecha ostentaba el monasterio de Santa María de Belmonte, y aparece una mano de obra servil que se ocupaba de los rebaños señoriales, dando lugar a este grupo social.
Arrieros, viajeros, gentes poco arraigadas, con sus propias normas y costumbres, los vaqueiros de alzada constituyen un grupo social de profundas raíces ligado a la actividad ganadera y la trashumancia. En el mes de mayo, los vaqueiros de alzada subían con el ganado a las montañas del interior en busca de prados frescos y, de cara al invierno, bajaban a las brañas para realizar sus actividades, alzando sus casas, con familias y enseres, y sin asiento fijo, en un proceso que se prolongó hasta los siglos XVI, XVII y XVIII.
La trashumancia vaqueira se practica en una franja situada entre los ríos Nalón y Navia, con dos zonas principales: la occidental, que se dirige hacia Allande y Cangas del Narcea, además de zonas de la sierra de Tineo, y la centro occidental, hacia Teverga, Somiedo y León.
La torre de Quintana
La torre de Quintana (siglo XV), junto al lienzo de los Montonovo, es una de las dos torres señoriales que se conservan en el concejo de Belmonte de Miranda y que pertenecieron a las dos familias nobles que ostentaron el poder durante la Baja Edad Media, los Quiñones y los Miranda.
Se trata de una torre de planta cuadrada, con tres pisos, en la que solo son visibles dos fachadas, ya que las otras dos fueron tapadas por construcciones. En las caras visibles se abren distintos vanos y saeteras y, en el último piso, sobresale un matacán defensivo.
La Fana de Genestaza
A la salida del pueblo de Genestaza, situado al sur de las poblaciones de Espinaredo y Torayo y muy cerca de Tuña, se encuentra uno de los más singulares fenómenos geológicos de Asturias: la llamada Fana de Genestaza (Xinistaza). Se trata de un gigantesco argayu o derrumbe, que se encuentra en constante erosión, cuya cola se une al río Xinistaza a la altura del pueblo homónimo (750 metros aproximadamente), mientras que su techo se encuentra a 1.429 metros de altura.
Desde finales del siglo XVIII en que tuvo lugar el primer desgaje, la ladera occidental de la Sierra de La Cabra se va desmoronando paulatinamente, amenazando con seccionar la montaña. La geología de la Sierra de La Cabra es abundante en cuarcitas, lo que unido a la enorme pendiente de las laderas, la erosión natural del agua de lluvia, la deforestación y la naturaleza del material (rocas deleznables) da lugar a estos derrumbes naturales.
Estos derrumbes son periódicos. El mayor de ellos se produjo en el año 1963, y todavía es recordado por los lugareños. También fue importante el derrumbe de 1993 y el último tuvo lugar en el año 2002, tapando la carretera de acceso.