Red de Caminos
Naturales
Etapa: Oña - Quintanarruz
Descripción
Dejando atrás los Montes Obarenes-San Zadornil por el río Homino y sus afluentes.
Etapa de casi 28 kilómetros que parte de Oña, localidad conocida por el Monasterio de San Salvador, ubicado en las ultimas estribaciones del Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil. A lo largo de este recorrido, se atraviesa la Comarca de La Bureba, que ofrece una gran variedad de paisajes y entornos, como el pintoresco Valle de Las Navas, un espectáculo cromático provocado por la erosión. Además, es obligado realizar una visita a Poza de la Sal, cuna del inolvidable naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.
La etapa comienza a los pies de la monumental villa de Oña, junto al panel interpretativo de Caminos Naturales, donde se localiza el punto kilométrico 0. Ambos elementos están situados en las antiguas instalaciones ferroviarias de la estación de Oña que, en la actualidad, han sido transformadas en un alojamiento rural público, adaptando su almacén para su uso como instalaciones deportivas.
El recorrido avanza, en primera estancia, compartiendo un pequeño tramo con vehículos motorizados, brindando acceso a las instalaciones anteriormente mencionadas y a un aparcamiento para autocaravanas. Sin embargo, pronto los y las senderistas y cicloturistas podrán gozar de este trazado en exclusiva.
Se deja atrás la localidad de Oña, debiendo antes visitar el conocido monasterio de San Salvador de Oña, donde destaca el Claustro de los Caballeros y la nave central de la iglesia de San Salvador. También se puede disfrutar de la iglesia de San Juan Bautista, del Museo de la Resina y del Museo del Medievo.
En plena Comarca de La Bureba, el camino sigue el antiguo trazado ferroviario y, antes de llegar al segundo kilómetro de etapa, se divisa el pequeño pueblo medieval de Tamayo. Aquí es imprescindible dejar aparcadas las prisas y pasear por sus inclinadas calles y visitar la Casa de la Memoria de Tamayo, que forma parte de la Red Museos Vivos de Castilla y León, y revela la importancia histórica de este lugar.
De vuelta al camino, el trazado continúa flanqueado por las ultimas estribaciones de los Montes de Oña que añaden un atractivo especial al paisaje. A pocos metros del kilómetro 4, se encuentra una antigua casilla del guardabarreras, señal inequívoca de un inminente cruce de carreteras. El paso del tiempo se hace notar en el estado de conservación de esta antigua edificación ferroviaria que se localizaba en el kilómetro 308,093 de la antigua línea férrea, según reza en su fachada principal. Tras superar el hito kilométrico se alcanza la localidad de Terminón, donde destaca la imponente iglesia de La Natividad de Nuestra Señora. Al otro lado del camino, el río Homino desemboca en el Oña, y su bosque de galería acompaña a los viajeros y viajeras.
Tras avanzar algo más de un kilómetro, se llega a la antigua estación de Terminón-Castellanos, ubicada como bien indica su nombre, entre ambas localidades. Junto a la antigua edificación, un panel interpretativo y un área de descanso ofrecen la inmejorable oportunidad de tomarse un respiro, obtener información sobre el trazado y el entorno y hacer balance de lo recorrido y de lo que queda por recorrer.
Coincidente con el sexto kilómetro de etapa se alcanza la población de Castellanos de Bureba, donde se puede visitar la iglesia de la Degollación de San Juan Bautista y degustar las famosas cerezas de la región, cultivadas gracias al favorable microclima de la comarca. Las tierras de labor comienzan a ganar protagonismo, aprovechando los fértiles suelos de la vega del río Homino.
Después de avanzar dos nuevos kilómetros, se llega al cruce de caminos que da acceso, por la derecha, a la localidad de Salas de Bureba ubicándose a la izquierda el Área de Descanso de esta población. En su caserío, los y las visitantes pueden admirar la iglesia de Santa María, edificada sobre una iglesia románica anterior, y explorar las distintas casas solariegas de elegante y sobria factura.
Al retomar el Camino Natural, este torna dirección sur, avanzando en paralelo a la carretera BU-P-5028, manteniéndose siempre a la derecha del itinerario. A la izquierda, el río Homino fluye con su característico bosque de ribera, estando protegida toda su cuenca como Lugar de Interés Comunitario bajo el nombre de Riberas del Río Oca y afluentes.
Poco después de superar un nuevo hito kilométrico, se alcanza la antigua estación de Poza de la Sal, dotada de almacén en su etapa ferroviaria y que ahora cuenta con un Área de Descanso como parte del Camino Natural. Continuando el recorrido se debe cruzar la carretera CL-633, para lo que se deberán extremar las precauciones. En este punto, otra casilla del guardabarreras recuerda una vez más el pasado ferroviario del itinerario por el que se avanza.
Junto a un nuevo hito kilométrico, se divisa a la derecha del trazado el santuario-albergue de Ntra. Sra. de Pedrajas, cuya construcción original ya aparece documentada en el año 1011. Inicialmente constaba de una sola nave a la cual se le añadió, siglos más tarde, la hospedería que hoy funciona como albergue municipal.
Después de recorrer otro kilómetro, el trazado cruza la carretera BU-V-5103 extremando las precauciones, y donde se localiza un pequeño panel tipo atril de Caminos Naturales que invita a visitar la encantadora localidad de Poza de la Sal, situada a menos de dos kilómetros del recorrido.
Su casco antiguo está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1982, donde destaca la iglesia de San Cosme y San Damián. Fuera de su núcleo urbano, pero muy cerca del mismo, destacan las Reales Salinas, declaradas Bien de Interés Cultural en el año 2001, y el castillo de Los Rojas, que ofrece unas vistas espectaculares. Pero si por algo es célebre esta localidad, es por haber sido cuna del inolvidable naturalista Félix Rodríguez de la Fuente.
Regresando al camino, las vistas de la sierra con el castillo de Los Rojas y Poza de la Sal en la ladera, animan a los viajeros y viajeras a echar la vista atrás de vez en cuando durante varios kilómetros. Se avanza con las características suaves pendientes propias de un antiguo trazado ferroviario hasta alcanzar el antiguo apeadero de Lences de Bureba. Poco después se cruza la carretera BU-V-5021 extremando las precauciones desde la que ya se divisa la localidad que le da nombre, sobresaliendo de entre su arquitectura popular la iglesia de Santa Eugenia y su puente medieval sobre el río Castil ubicado poco antes de tributar su caudal al río Homino.
Dejando atrás la localidad y rodeado por cultivos de cereal, el camino se adentra sigilosamente en un singular paisaje donde los procesos erosivos van cobrando protagonismo. Todo ello sin perder de vista el río Homino. Tras avanzar varios kilómetros, se alcanza el Área de Descanso que precede al antiguo apartadero de Arconada, en mejor estado de conservación que otros anteriormente visitados debido a una rehabilitación. Pocos metros después, a la izquierda del trazado, se encuentra la localidad de Arconada, donde la iglesia de Santa Eulalia domina el paisaje, siendo la última localidad de la Comarca de La Bureba en esta etapa.
El itinerario se sumerge por completo en el Valle de Las Navas, donde se suceden los kilómetros pudiendo disfrutar de la variedad cromática que ofrecen los diferentes estratos que han salido a la luz tras largos procesos erosivos. La belleza y la calma que se respira en el valle del encajonado río Homino provocan en los y las caminantes una placentera sensación de aislamiento y desconexión del mundanal ruido.
Tras cargar en la mochila este espectacular recuerdo visual que regala el Valle de Las Navas, el antiguo trazado ferroviario realiza varias curvas a izquierda y derecha con un amplísimo y característico radio de giro, llegando poco después a la localidad de Lermilla, a la que precede su Área de Descanso homónima. Este pequeño pueblo, perteneciente a la Merindad de Río Ubierna, alberga la iglesia en honor a San Esteban Protomartir. Tras superar el río Homino y la carretera que da acceso a Lermilla, se alcanza el antiguo apartadero Lermilla-Quintanarruz, que actualmente se encuentra en estado de ruina.
Una breve distancia separa a los viajeros y las viajeras del final de la etapa, localizado junto al panel interpretativo de Caminos Naturales en la entrada de la población de Quintanarruz. Es imprescindible no marcharse de la villa sin disfrutar de esta pequeña localidad y su entorno, sin olvidarse de la iglesia de Santa Leocadia, datada en el siglo XII.
Enlaces de interés
Perfil
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Félix Rodríguez de la Fuente
Nacido en Poza de la Sal (Burgos) en 1928, Félix Rodríguez de la Fuente pasó sus primeros años de vida en esta localidad. Aunque se licenció en medicina en Valladolid y se graduó en estomatología en Madrid, su pasión innata por la naturaleza le llevó a ser uno de los grandes divulgadores y naturalistas más reconocidos a nivel mundial.
En 1954, fue uno de los firmantes del acta fundacional de la Sociedad Española de Ornitología (SEO). Nueve años más tarde publicó su primer libro Cetrería y Aves de Presa y un año más tarde, en 1964, comienza una breve colaboración quincenal en el programa Fin de Semana de RTVE que se prolongaría durante 4 años.
Tras diferentes publicaciones gráficas y audiovisuales de éxito, sin duda, El Hombre y la Tierra, fue su serie más famosa. Con proyección internacional, estaba formada por 124 capítulos y dividida en tres partes: ibérica, suramericana y norteamericana.
El 14 de marzo de 1980 falleció en un accidente aéreo en Alaska junto al piloto y dos cámaras de El Hombre y La Tierra, sin embargo, su legado continúa en la actualidad promoviendo el respecto por el entorno natural, reconociendo al instante la sintonía creada por Antón García Abril