Etapa: Caudiel - Altura

Caudiel marca el inicio de esta etapa, abandonando su núcleo urbano por donde antaño lo hacia el ferrocarril minero. Antes de partir, es recomendable visitar una muestra del vasto patrimonio arquitectónico del pueblo, como la Torre de Aníbal o la iglesia de San Juan Bautista.

En esta primera parte del recorrido, el pinar de pino carrasco (Pinus halepensis) domina el paisaje, con pequeñas parcelas de cultivos arbóreos de superficie reducida salpicados por el monte. El camino avanza en paralelo a la línea ferroviaria en uso, como en etapas anteriores. Además, comparte trazado con la etapa 48 del Camino del Cid y con el Sendero de Gran Recorrido GR-160.

En una curva del antiguo trazado ferroviario a izquierdas, se alcanza el Área de descanso de Novales, un lugar perfecto para recuperar fuerzas gracias a su completo equipamiento. Pocos metros después se llega al viaducto del Cascajar, que con sus tres ojos nos obsequia con impresionantes panorámicas. Tras él, se atraviesa un pequeño túnel que permite divisar el final y un túnel próximo de mayor longitud dotado con iluminación artificial. Aun así, es recomendable disponer de una linterna. Un tercer túnel, sin iluminación artificial, completa esta secuencia, llevándonos hasta una pequeña Área de descanso.

Al poco tiempo, el recorrido entra en un tramo urbano por la localidad de Jérica. Aquí, es importante prestar atención a la señalización para atravesar la localidad sin problemas. Antes de continuar, vale la pena disfrutar de sus encantos como la torre mudéjar de las Campanas y la torre del Homenaje.

Tras la gratificante visita por la localidad, se abandona la misma por la avenida de Valencia que acaba en el Cementerio Municipal. Desde aquí se toma un carril bici asfaltado que avanza en paralelo a la carretera CV-2330. Con precaución, se cruza la carretera por el paso de cebra cercano a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). El carril bici continua y, metros después, se retoma el antiguo trazado ferroviario minero en la antigua Casilla de Paso a Nivel de Santa Bárbara, dotada con un Área de descanso.

Tras avanzar poco más de un kilómetro, se cruza el viaducto del río Palancia, que permite disfrutar del cauce fluvial y su nutrida vegetación de ribera. Superados algunos metros más se llega a la antigua estación de Jérica, dotada con Área de descanso y sombra proporcionada por varios ejemplares de pino carrasco. Tras recorrer otro puñado de metros se cruza la autovía A-23 por un paso subterráneo al efecto que no supone dificultad alguna a usuarias y usuarios. Luego, se retoma el antiguo trazado ferroviario

Avanzando algo menos de dos kilómetros, se alcanza un túnel dotado con iluminación artificial. Poco después, coincidiendo con un nuevo hito kilométrico, se encuentra el Mirador del Regajo desde el que se obtienen las mejores vistas del Embalse del Regajo, ideal para descansar y disfrutar del paisaje en calma.

Un nuevo túnel dotado con iluminación artificial nos deleita, siendo la antesala del Área de descanso Cantera de Navajas, donde se pueden observar restos de los antiguos cargaderos. A continuación, un cruce indica la cercanía de la población de Navajas, con un camping pegado al trazado. Esta localidad bien merece una parada para visitar la iglesia de la Inmaculada Concepción y, sí se dispone de más tiempo, no se puede abandonar Navajas sin visitar el paraje natural del Salto de la Novia, espectacular cascada en el cauce del río Palancia que nos dejará perplejos.

Se avanza junto al camping de Navajas para pasar por debajo de un puente cuyo curioso nombre aparece en una señal y quedará grabado en la memoria del viajero: Puente donde se cayó la burra y no se mató. Después, se cruza la carretera CV-216, siempre manteniendo las debidas precauciones, para despedir definitivamente la localidad de Navajas.