Etapa: Cabrejas del Campo - Ciria

El viajero se sumerge en los Campos de Gómara donde le aguardan algunas sorpresas entre las tierras de cultivo, como la laguna Honda, la laguna de la Herrada, la laguna Herrera y muchas otras que forman el conocido como Complejo Lagunar del Campo de Gómara. Un enclave donde disfrutar de gran diversidad de fauna, fundamentalmente aves, que incluso utilizan estas lagunas como parada en sus grandes viajes migratorios, pudiendo divisar enormes bandadas de grullas (Grus grus).

El viaje prosigue divisando a la izquierda la monumental población de Almenar de Soria, donde sobresalen su castillo y la ermita de la Virgen de la Llana. A la derecha del trazado, sobre una loma, se alza la ermita de San Cristóbal, perteneciente a la cercana localidad de Aliud. Sin más dilación, se alcanzan los grandes silos de almacenamiento de cereal situados junto a la antigua estación de Gómara – Almenar – Albocabe, una infraestructura que en el pasado ostentó de gran importancia debido al transporte de esta materia prima.

Poco después, el usuario llega a la pasarela de madera que supera el arroyo de la Vega. Desde este punto se alza dominante en el paisaje la sierra de Aleza que ejerce un notable contraste con los cultivos de cereal. Lentamente se gira a la izquierda con los ángulos de giro típicos de un trazado ferroviario, acercándose a la población de Portillo de Soria, donde el viajero es recibido por la bella ermita de la Virgen de Silos. La antigua estación de Portillo de Soria se encuentra poco después.

En continua pero ligera ascensión, se avanza divisando a la derecha del trazado la sierra del Costanazo junto a pequeñas poblaciones como Torrubia de Soria o Tordesalas, donde el camino se acerca hasta la antigua estación de la población y a un área de descanso completamente dotada para recuperar fuerzas que permite al viajero disfrutar de la sierra del Costanazo y de la bella población encaramada a ella, Sauquillo de Alcázar.

El monte mediterráneo va ganando terreno a los cultivos a medida que se avanza hacia la sierra de Bigornia, apareciendo formaciones de encina (Quercus ilex) y quejigo (Quercus faginea). Se aprovecha entonces un antiguo puente reconstruido según el modelo ferroviario original para superar la carretera N-234. Cabe destacar que esta infraestructura cuenta con firme revestido en madera para permitir el paso de senderistas y cicloturistas.

A partir de aquí la etapa avanza en ligero descenso y, tras vislumbrar a la derecha del trazado la ermita de Ntra. Sra. de la Serna, comienzan a aparecer formaciones vegetales en las que la sabina albar (Juniperus thurifera) es la protagonista.

Poco después se divisa el castillo de Ciria, pero antes de llegar a la localidad es necesario atravesar el túnel de Ciria. Con unos 245 metros de longitud, cuenta con iluminación artificial aunque, al ser un túnel en curva y no estar acondicionada la anchura del firme en su totalidad, se recomienda llevar una linterna por seguridad.

A la salida del túnel, Ciria se alza con todo su esplendor sobre la loma en la que se asienta con la iglesia de Santa Maria la Mayor sobresaliendo del caserío. El panel interpretativo de la localidad soriana pone el punto final al Camino Natural del Santander – Mediterráneo en su etapa desde Cabrejas del Campo a Ciria.