Red de Caminos
Naturales
Etapa 42.1: Deltebre - Camarles
Descripción
Por los sedimentos del río más caudaloso
A partir de las proximidades de Lo Passador empieza una ruta que se adentra en el majestuoso delta del Ebro. Un entorno rodeado de canales de riego, arrozales, espacios naturales protegidos, gran variedad de avifauna y lugares con muchos siglos de historia.
Este trazado parte desde su conexión con la etapa 42 del Camino Natural del Ebro en la orilla norte del río, a unos pocos metros del puente Lo Passador. Inaugurada en noviembre de 2010, esta infraestructura conecta los cercanos y anteriormente distantes núcleos de Deltebre y Sant Jaume d’Enveja. Desde el panel informativo que marca el inicio de la etapa el camino se dirige, aguas arriba, siguiendo el paseo fluvial. Caminando por él, se puede disfrutar de las vistas del puente y de la isla de Gràcia.
Es posible adentrarse por las calles de Deltebre, para admirar la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y el Ecomuseo del Parque Natural del Delta del Ebro, donde se puede contemplar la exposición de las principales características naturales y humanas del ecosistema del delta del Ebro.
Cerca ya del final del paseo fluvial y de la pedanía de Jesús y María, se llega al conocido mirador del Molí dels Mirons, donde existe una zona de descanso que da la posibilidad de disfrutar de una magnífica panorámica del río. A partir de este punto, el camino comienza a alejarse del gran río y se adentra en los cultivos de arrozal en dirección a l’Aldea y Camarles.
Saliendo de la población por la calle de Aldover, última calle de la localidad, se llega a una intersección de carreteras. En este tramo, entre arrozales, hay que prestar especial atención a los hitos que marcan el Camino Natural para evitar perderse o hacer rodeos innecesarios. Tras cruzarla, se sigue por la carretera TV-3454a hasta pasar sobre un canal de riego, donde hay que girar a la izquierda por un camino agrícola. Entre el homogéneo paisaje de arrozales y canales de riego que inundan el lugar, los amantes de la ornitología podrán contemplar muy de cerca muchas de las especies de avifauna característica del delta, como el flamenco (Phoenicopterus roseus), la garza imperial (Ardea purpurea) y el silbón europeo (Anas penelope).
Siguiendo los hitos, se acaba llegando hasta las cercanías de la población de l’Aldea donde al llegar a la carretera franqueada por un pasillo de chopos (Populus sp.), existe un pequeño ramal para ir a contemplar una parte de la historia del lugar.
Allí se yerguen dos antiguas edificaciones. La Torre de l’Aldea, que es la única parte en pie, aunque reconstruida, de un castillo que fue erigido por los árabes en el siglo XIII debido a la importancia estratégica del lugar como defensa de la desembocadura del Ebro, y la ermita de la Mare de Déu. El templo, del siglo XII, sería reconstruido y ampliado posteriormente en el siglo XVIII; desde entonces, todos los lunes de Pascua se celebra una popular romería. Entre estos restos se ha encontrado un miliario romano de la época del emperador Claudio (43-44 d. C.) que permite hablar de la existencia de una antigua vía romana en la zona.
Volviendo a la ruta principal, caminando entre cultivos y viviendas de campo, y prestando atención al tráfico de vehículos y a los cruces durante un tiempo, se llega hasta el pequeño núcleo de población de Lligallo del Gànguil. Este núcleo perteneciente ya al municipio de Camarles, se deja atrás para continuar hasta una zona del itinerario perfectamente vallada y acondicionada.
Si el viajero acusa el cansancio durante este recorrido, que circula paralelo a las vías de ferrocarril, es posible tomar un respiro en el área recreativa de Els Pinets, situada tras cruzar una pasarela peatonal sobre el barranco de la Granadella.
Pero primero, para llegar al área de Els Pinets, hay que girar a la izquierda tras la pasarela y cruzar la vía férrea por un paso inferior existente junto al barranco y que no debe tomarse en caso de crecidas o inundaciones. El área recreativa posee parking, fuente, aparcamiento para bicicletas y diversas mesas-merendero, por lo que supone un lugar idóneo para descansar y recobrar fuerzas.
Retomando el camino acondicionado, se llega hasta la población de Camarles, con diferentes puntos de interés, como el monumento a los presidentes de la Plaza de Cataluña, la iglesia de Camarles o la curiosa Font dels Colors. Tras seguir por las calles de la localidad y pasar al lado de la estación de tren, se abandona la población desde un área de descanso junto a la oficina de información turística. A pocos metros de la misma, se emplaza la Torre de Camarles, restos restaurados del antiguo castillo que existió con funciones defensivo-militares durante la época islámica. El camino finaliza unos 700 m después, por un camino que sale a la derecha de una rotonda que se dirige al Canal Nou de Camarles donde el Camino Natural se cruza con el sendero GR-92.
Finalizado ya el recorrido del Camino Natural, si se quisiera continuar por el canal de riego en sentido noreste, se puede llegar a la playa de la localidad de l’Ampolla.
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Información adicional
Biodiversidad en el delta del Ebro
La diversidad de vegetación es muy amplia existiendo especies adaptadas a los salobrales o sosares como el barrón (Ammophila arenaria), la lecheruela (Euphorbia paralias), las azucenas de mar (Pancratium maritimum) o la rara Limoniastrum monopetalum. Es habitual la presencia de carrizales con presencia de Phragmites communis, cañizas (Phragmites communis chrysanthus), correhuelas (Convolvulus sepium), juncias bastas (Cladium mariscus), eneas (Typha sp.) y Carex sp. Además existe la típica vegetación propia de un río siendo frecuente observar sauces (Salix alba), alisos (Alnus glutinosa), fresnos (Fraxinus sp.), olmos (Ulmus sp.), mimbreras (Salix sp.), e incluso madreselva (Lonicera biflora). Y en los lagos de agua dulce u ojales aparece el nenúfar blanco (Nymphaea alba) o la espiga de agua (Potamogeton sp.) que supone un problema en la agricultura del arroz debido al carácter invasor de estas especies.
La fauna es igualmente variada. Aparecen desde diferentes especies de lepidópteros, crustáceos, araneidos, odonatos, o una gran presencia de herpetofauna ligada a humedales tanto de ranas, sapos, serpientes y lagartijas, así como ictiofauna típica tanto de río como de mar. Pero por lo que destaca internacionalmente este Parque Natural es por su avifauna donde la lista de especies de gran interés es extensa. Entre muchas otras se puede avistar: el pato cuchara (Anas clypeata), el silbón europeo (Anas penelope), el ánade real (Anas platyrhynchos), el tarro blanco (Tadorna tadorna), el ánade friso (Anas strepera), la cerceta común (Anas crecca), el porrón común (Aythya ferina), el aguilucho lagunero (Circus aeruginosus), el búho campestre (Asio flammeus), el avetoro (Botaurus stellaris), el avetorillo (Ixobrychus minutus), el martinete (Nycticorax nycticorax), la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides), la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la garceta común (Egretta garzetta), la garza real (Ardea cinerea), la garza imperial (Ardea purpurea), el flamenco (Phoenicopterus roseus), el somormujo lavanco (Podiceps cristatus), el rascón (Rallus aquaticus), la polluela chica (Porzana pusilla), la folcha común (Fulica atra), el ostrero (Haematopus ostralegus), la cigüeñuela (Himantopus himantopus), la avoceta (Recurvirostra avosetta), la canastera (Glareola pratincola), la gaviota picofina (Larus genei) y la gaviota de Audouin (Larus audouinii).
Todas estas características nos dan una ligera idea de la espectacular biodiversidad presente en el delta del Ebro. Un lugar cuya visita supone una oportunidad que no se debe desaprovechar.