Red de Caminos
Naturales
Etapa 2.2: Alternativa por Monte Hijedo
Descripción
Monte Hijedo, uno de los robledales más importantes de España
Partiendo de la Etapa 2.1 esta ruta permite descubrir el patrimonio natural del Monte Hijedo, una masa boscosa bien conservada repartida entre los municipios de Valdeprado del Río y Valderredible en Cantabria y Alfoz de Santa Gadea en Burgos. Excepto una subida al inicio y otra hacia el final, el camino es un descenso casi constante entre hayas y robles, buena parte del recorrido en compañía del arroyo Hijedo, que habrá que salvar mediante puentes y vados. La ruta vuelve a conectar con la Etapa 2.1, antes de llegar a la localidad de Riopanero donde se encuentra el Centro de Interpretación de este espectacular bosque.
Este recorrido alternativo arranca a 2,7 km de la localidad de Mediadoro, en el punto en que la pista por la que discurre la Etapa 2.1 describe una gran curva para dirigirse hacia el sur. En su lugar, hay que tomar una senda que asciende entre pastos ganaderos y algún matorral de montaña. Esta subida culmina junto a una balsa de agua desde la cual es posible contemplar unas magníficas vistas de las dos vertientes del monte.
Para continuar, es necesario sortear un cercado mediante una escalera que casi marca el límite entre las comunidades de Cantabria y Castilla y León y, a partir de aquí, la ruta se interna en pleno bosque. Durante los siguientes 4 km el camino, que ha pasado de ser una senda en ocasiones desdibujada por el pasto a un camino de buen ancho, va a discurrir por la provincia de Burgos.
Tras un descenso continuado entre hayas (Fagus sylvativa) y robles albares (Quercus petraea) se llega hasta un claro y a la pista que sirve de acceso desde el norte al Monte Hijedo. Se ha de tomar hacia la derecha para, en seguida, llegar a la cabaña de Hijedo. Este palacete de principios del siglo XX está formado por una vivienda, una capilla y una granja, articulados en torno a un patio central en donde se yergue un magnífico ejemplar de tejo centenario (Taxus baccata).
El camino abandona la pista junto a la verja de entrada a la parcela de la cabaña, tomando un sendero que arranca a mano derecha y se vuelve a internar en el bosque de frondosas. En esta ocasión a las hayas y robles también se unen algunos ejemplares de acebo (Ilex aquifolium), avellano (Corylus avellana) o cornejo (Cornus sanguinea).
El camino experimenta un giro de casi 180 grados y pasa a ser una senda más estrecha que deja a mano izquierda algunas curiosas formaciones en la roca arenisca y sigue descendiendo hasta encontrarse con el arroyo Hijedo.
La ruta se pega al cauce del arroyo alternando entre una orilla y la otra. En las primeras cuatro ocasiones esto se hace mediante puentes de madera, pero más tarde hay que vadear el arroyo dos veces, por lo que conviene ser especialmente cauto, aunque en estos puntos el cauce sea estrecho y con poca profundidad.
El sendero en ocasiones se desdibuja del todo, así que hay que fijarse bien y guiarse por los puntos rojos pintados en los árboles. El arbolado acompañante ha pasado a ser de abedules (Betula pendula) y alisos (Alnus glutinosa), aunque siguen presentes los robles, hayas, acebos y avellanos.
Tras el último vadeo, la ruta alcanza una pista de buen ancho que continúa en paralelo al arroyo, por su margen izquierda, durante casi 3 km. Esta pista termina, tras pasar por una pequeña mancha de abetos (Abies alba), en el refugio de Monte Hijedo.
Sin embargo, todavía será necesario cruzar el arroyo Hijedo una vez más por un puente donde arranca una pista asfaltada que asciende en dirección Riopanero. La ruta se aleja de las aguas y, tras un kilómetro, se sale definitivamente del Monte Hijedo junto a un aparcamiento. Las vistas se abren al valle de los arroyos Hijedo y de la Breña y al cabo de 200 m se alcanza el punto en que se conecta con la Etapa 2.1.
Riopanero, localidad donde se encuentra el Centro de Interpretación del Monte Hijedo, queda a menos de 2 km. Este centro se aloja en un edificio de origen medieval restaurado y aunque se hace especial énfasis en el espacio natural que se acaba de recorrer, también da información general sobre el patrimonio natural de la zona.
Perfil
MIDE (Método para la Información de Excursiones)
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Información adicional
El Monte Hijedo
El Monte Hijedo es la masa forestal más importante de Cantabria y la segunda de España. Se extiende a lo largo de una superficie aproximada de 100 km2, entre los municipios de Valderredible (Cantabria), Arija y Alfoz de Santa Gadea (Burgos). Por su carácter de transición entre dos ámbitos biogeográficos, cantábrico y mediterráneo, representa una zona de alto valor ecológico que desde hace varias décadas ha centrado diversas actuaciones encaminadas a su protección y conservación. Monte Hijedo es un excelente bosque mixto de roble albar (Quercus petraea) y haya (Fagus sylvatica), que además de contener otras especies de roble, como el rebollo y quejigo, esconde en su interior magníficos ejemplares de tejos (Taxus baccata) centenarios, acebos (Ilex aquifolium) e incluso algunas manchas de abetos (Abies alba). En las zonas cercanas a cauces de agua están presentes abedules (Betula pendula), avellanos (Corylus avellana) o alisos (Alnus glutinosa).
Su alta calidad ambiental le ha convertido en un reducto único para una gran diversidad de especies, tanto de flora como de fauna. Alberga una gran representación de ungulados, entre los que destacan el corzo (Capreolus capreolus) y jabalí (Sus scrofa) y carnívoros forestales como la marta (Martes martes) y el gato montés (Felis sylvestris). Pero, ante todo, es un verdadero paraíso para las aves: águila real (Aquila chrysaetos), azor (Accipiter gentilis), gavilán (Accipiter nisus), búho real (Bubo bubo) y pájaros carpinteros, alguno como el pito negro (Dryocopus martius) en peligro de extinción.
La riqueza de este entorno se completa con un rico patrimonio histórico y cultural caracterizado por la escasa transformación del hábitat natural. Desde tiempos inmemoriales los habitantes de esta comarca han convivido con el monte, explotándolo de la manera tradicional, lo que ha permitido su conservación hasta la actualidad.
Ambos aspectos, ambiental y cultural, han convertido al Monte Hijedo en una pieza clave del legado patrimonial y en un recurso que debemos ayudar a conservar en el futuro. En Riopanero, el Centro de Interpretación Monte Hijedo propone rutas turísticas para conocer este bosque.