Red de Caminos
Naturales
Etapa 17.1: Agoncillo - Alcanadre
Descripción
Los sotos y cortados del sendero de Aradón
El camino natural avanza por la orilla del río hasta una estación de tratamiento de aguas en la que se desvía entre huertas para subir a Arrúbal, sito en un promontorio. Después desciende de nuevo a la ribera, aunque más adelante, pasada una nueva depuradora, la senda se acaba y es preciso de nuevo ascender a una plana superior y realizar una gran curva para tomar el camino a Alcanadre. Tras pasar por la finca de San Martín de Berberana se vuelve al Ebro, frente al soto de Urzagal y los cortados de Aradón, donde se camina por un espeso bosque de ribera y se pasa bajo la ermita de Nuestra Señora de Aradón, para llegar a la vega de Alcanadre, fin de la etapa.
Desde Agoncillo (345 m) la ruta parte hacia el Noreste y se dirige a la orilla del Ebro y a un área recreativa, sita a unos metros del camino. Desde allí avanza paralelo al río hasta una estación de tratamiento de aguas. En ese lugar se gira a la derecha (sur) entre huertas y con la vista al fondo del polígono industrial de El Sequero (términos de Agoncillo y Arrúbal). Tras cruzar el camino del Plantío, se llega a la acequia del Río Grande, donde se sigue en dirección este hacia Arrúbal, sito sobre un promontorio que domina la vega, con cultivos de espárragos y pimientos. Bajo el cerro sobre el que se levanta la localidad, se gira a la izquierda (norte) y se rodea junto a la acequia de Tranquera. Una bifurcación cercana a unos edificios, permite subir, a mano derecha, al conjunto de Arrúbal, donde destaca la iglesia parroquial de El Salvador (siglos XVI y XVII).
De nuevo en el cruce, el camino avanza hacia el río y discurre junto a la ribera durante unos dos kilómetros hasta llegar a una planta depuradora de aguas. El camino de ribera termina, por lo que hay que ascender a una plana superior, retroceder al oeste (realizando una fuerte curva a la izquierda) y tomar el camino de Arrúbal a Alcanadre, por el cual se sigue junto a la vía del ferrocarril, superando los edificios de la finca de San Martín de Berberana, bajo los que discurre el sendero, por el camino de San Martín a Mendavia.
Primero rodea una amplia zona de campos de cereal hasta conectar, de nuevo, con la ribera. En la orilla opuesta (norte) se extiende el soto de Urzagal (término de Mendavia) y, en la derecha (sur), el comienzo de los cortados de Aradón (escarpe de arcillas y areniscas coronadas por pinares y en los que se mueve una variada y rica avifauna).
Enseguida la ruta gana un amplio ensanche cultivado en el soto del Fresno, atravesando un espeso bosque de ribera (chopos y fresnos principalmente) y una vasta zona de viñedos (además, en la margen opuesta se pueden apreciar los distintos sotos de Mendavia).
El soto dibuja la curva de un meandro del Ebro y el sendero, tras salir de la espesura, avanza en dirección Suroeste hasta la vía del tren, que se cruza por un paso a nivel, desde donde se prosigue al este pasando bajo la ermita de Nuestra Señora de Aradón y los cortados de su mismo nombre.
Frente a este edificio, se cruza bajo la vía por un paso subterráneo y se prosigue paralelo a ella por su lado izquierdo mediante una estrecha senda, siempre con los cortados de Aradón al sur. Este angosto vial conduce al final de estos escarpes y, en ese punto, se abre una llanura aluvial, la vega de Peñascasa, una amplia zona de cultivo por la que el sendero circunvala una inmensa chopera. Una vez superado este término se ubica un área recreativa.
Tras dejar Peñascasa el recorrido ingresa en la vega de Alcanadre, paralelo a la vía del tren. Poco después pasa junto a su estación de ferrocarril, cruza la vía por un paso a nivel y accede a la localidad de Alcanadre. La población ofrece al visitante varios servicios (comidas, turismo rural…), así como la iglesia parroquial de Santa María (siglos XVI y XVIII), cuyo interior guarda la imagen románica de la Virgen de Aradón, del siglo XII, procedente de la ermita de ese nombre. Además, supone un magnífico mirador desde donde se obtienen panorámicas de las tierras de Mendavia, Lodosa y sus vastas extensiones de cultivos.
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Información adicional
Ermita de Aradón
Este edificio se alza a unos 7 km de la localidad de Alcanadre, en la antigua ubicación de un enclave templario del mismo nombre desaparecido al desbordarse una laguna allí ubicada. Consiste en un pequeño y sencillo edificio, cuyo origen se retrotrae al siglo XII . De aquel entonces ha pervivido la Virgen Sedente de Aradón, joya románica del XII procedente de la ermita, que hoy día se conserva en la iglesia parroquial de Santa María de Alcanadre.
Alcanadre
Esta localidad, tradicionalmente de labradores, se extiende en una llanura de la comarca de Calahorra, lindando al norte y al oeste con Navarra y al sur con La Rioja Baja. Su actividad principal se basa en la agricultura de regadío y el cultivo de olivo, vid, cebada y trigo; así como en la industria conservera. Su proximidad al polígono del Sequero (Agoncillo) no ha frenado el descenso de población desde mediados del siglo XX.
El devenir histórico de Alcanadre ha sido cuando menos azaroso. Vinculada tradicionalmente a los reyes castellanos, en 1147 Alfonso VII entregó Alcanadre a Rodrigo de Azagra por su ayuda en la toma de Baeza. Tiempo después fue propiedad de monjas benedictinas, de los templarios y del obispado de Calahorra. De nuevo en manos de la Corona, Alfonso X la donó al Señorío de Cameros, para regresar a manos de los reyes de Castilla. También perteneció al monasterio de Santa María la Real de las Huelgas (Burgos), y a otros nobles hasta la abolición de los señoríos en el siglo XIX.