Red de Caminos
Naturales
Etapa 15.1: Cenicero - Logroño
Descripción
De camino a Logroño, capital de La Rioja
Esta alternativa recorre en Cenicero la terraza superior del Ebro hasta bajar al polígono industrial de El Tejar. Posteriormente entra en la ribera, dirigiéndose al valioso enclave de isla-soto de Buicio. Se separa después del río para saltar un collado y llegar a Fuenmayor; pero vuelve a acercarse a la ribera y llega a la presa de El Cortijo. Desde esta población, barrio rural de la capital, asciende por la cuesta de la isla y desciende hacia el núcleo urbano. Siguiendo el paseo fluvial de la ciudad, la etapa termina junto a la zona deportiva de la capital riojana, que ofrece un rico patrimonio artístico, desde iglesias románicas al ayuntamiento diseñado por Rafael Moneo.
Partiendo del parque donde terminó la etapa 14.1, se continúa paralelo al río Ebro, disfrutando de unas espectaculares vistas, hasta girar a la derecha de camino a la plaza de la iglesia. Se cruza el puente y se gira a la izquierda por la primera calle, en la que se ubican algunas bodegas. Al final de la misma, se alcanza la estación de ferrocarril y el camino prosigue paralelo a la vía. Vastas extensiones de viñedo acompañan el recorrido, dejando a la izquierda dos pasos a nivel. Cenicero se aprecia a lo lejos (oeste), al igual que Elciego (norte).
El camino de tierra se convierte en asfalto y se dirige al polígono “El Tejar”, próximo a la N-232. En la parte posterior de unas bodegas, el sendero se dirige a la izquierda para cruzar un paso a nivel. La pista de tierra cruza la acequia de Buicio y llega a la isla-soto de Buicio y su azud.
En la isla-soto de Buicio, se puede disfrutar de un sotobosque de ribera en el curso medio del Ebro, sobre un islote nacido en uno de sus meandros. Tiene una superficie de 30 ha y está protegida bajo la calificación de Reserva Integral.
En esta Reserva se encuentra el hábitat de una importante comunidad vegetal, y su fauna incluye insectos, anfibios, peces, reptiles y varias especies de aves. No lejos, junto al azud, se extiende una zona ajardinada entre el canal y su central eléctrica, a la que se accede por un camino de tierra a la izquierda.
El Camino Natural del Ebro sigue de frente, cruza un paso a nivel y, por un carril asfaltado, asciende un pequeño collado. En la bajada, tras dos desvíos a la izquierda y el cruce de la vega llega a Fuenmayor.
Fuenmayor se extiende en una estrecha vega formada por el arroyo Mayor antes de desembocar en el Ebro. Además de sus bodegas, cuenta con palacetes de los siglos XVI y XVII, su iglesia parroquial de Santa María (del s. XVI), las ermitas del Carmen y del Cristo, o la capilla de las Hijas de la Cruz.
Tras atravesar la población se avanza por una calle paralela a la carretera de La Puebla de Labarca (LR-251), que conduce fuera del lugar por una pista agrícola entre viñedos y fincas. Obviando los distintos desvíos, incluida la “Pasada de La Puebla”, se alcanza un desvío frente a una bodega, que se toma a la derecha, en dirección al Ebro, recorriendo la curva de 360º que realiza en la vaguada del arroyo Mayor, para pasar bajo el puente del ferrocarril y acceder al área recreativa del Remolino. En la otra orilla se aprecia La Puebla de Labarca, sobre los escarpes.
El camino paralelo a la orilla del Ebro conduce por asfalto, entre viñas y el ferrocarril, a la presa y casa de compuertas de El Cortijo. Tras superarla, gira a la derecha y, tras pasar un túnel del ferrocarril, emprende la subida a El Cortijo, localidad a la que se accede por la calle Egido hasta su iglesia del siglo XVI.
Este barrio de Logroño fija su caserío sobre una hombrera de la sierra del Castillo, colgado sobre el Ebro que, en ese punto, termina el lóbulo del meandro de Assa. Tras excavar el escarpe donde se afirma la población, el río entra en un tramo de meandros libres, que se prolongan más abajo de Velilla de Ebro (Zaragoza).
Desde El Cortijo parte un camino asfaltado que se inicia detrás de la biblioteca. El vial recorre los escarpes del Ebro hasta una pista que arranca a la izquierda, supera los depósitos de agua y alcanza el vertedero de Logroño: la cuesta de la Isla, con El Castillo (554 m) a la derecha. Este tramo ofrece panorámicas de los meandros del Ebro y del entorno de la ciudad.
El descenso se realiza rodeando el vertedero y descendiendo entre campos de cultivo a la carretera de acceso a la capital, junto a la ermita del Cristo. El recorrido busca el parque del Ebro, por el que sigue hasta los puentes de Hierro y Piedra. El camino natural continúa a lo largo del paseo de la Florida hasta el parque de la Ribera, donde termina esta etapa, junto al complejo científico de la Universidad de la Rioja.
Enlaces de interés
Perfil
Destacados
Información adicional
Logroño, capital de La Rioja
Logroño, con casi 150.000 habitantes, acoge a la mitad de la población de La Rioja. Alfonso VI le otorgó fuero en 1095; en 1431, Juan II de Castilla el título de ciudad; y en 1444 los de "Muy Noble" y "Muy Leal". Desde 1982 es la capital de La Rioja. Además de su casco antiguo, parques, polígonos industriales, y numerosos servicios y posibilidades de ocio y tiempo libre, cuenta con un interesante patrimonio. Destacan la concatedral de Santa María la Redonda y las iglesias de Santa María de Palacio (s. XII-XVIII); Santiago El Real (s. XVI) y San Bartolomé (s. XIII al XVI); el palacio de los Chapiteles; el Museo de La Rioja (casa de Espartero), del siglo XVIII; la puerta del Revellín (s. XVI); los parques del Ebro y la Ribera; el puente de Piedra (1884); el Espolón (s. XVIII al XX); el ayuntamiento, diseñado por Rafael Moneo,etc.
Las barcas de paso
Hasta el último tercio del siglo XX las barcas de paso fueron el único medio de transporte que permitía a los pobladores ribereños cruzar el río con sus animales, aperos y vehículos, sin olvidar a comerciantes, tropas, viajeros y peregrinos. La figura del barquero era muy valorada, pues su lucha con el duro clima fue fundamental antes de la construcción de los modernos puentes. El origen de estas barcas se remonta a tiempos inmemoriales y habitualmente se instalaban en lugares de vigilancia o de fácil defensa.
La barca Virgen del Rosario
Durante siglos el único paso de Pradilla de Ebro a Boquiñeni (Zaragoza) a través del río fue la barca de sirga que cruzó el cauce hasta 1964. Desde la Edad Media correspondió a los señores templarios de Pradilla el derecho privativo y prohibitivo de tener barca en el río entre ambos términos y cobrar por cruzar en ella. En 2001 se creó la asociación cultural Amigos de la Barca de Boquiñeni, que construyó una nueva para uso recreativo.
La barca de El Castellar
Antaño utilizada para cruzar a los montes de El Castellar (Zaragoza), ahora pertenece al Ayuntamiento de Torres de Berrellén. Aunque no hay barquero que la lleve, la manejan voluntarios en las romerías a la ermita de la Virgen de El Castellar (8 de mayo y último domingo de septiembre).
Las barcas de Candespina y Gelsa
Todavía hoy barcas particulares son el único medio para acceder las fincas de La Mejana, en Gelsa (Zaragoza), y el soto de Candespina, en Sobradiel (Zaragoza); esta última se ha adaptado a los tiempos y utiliza motor.
Los pasos de barca de Flix y Miravet
Se trata de los dos únicos conservados en el Ebro con el sistema tradicional de plataforma de madera sobre dos llaüts o almadías, unidas a una sirga que cruza el río. De los dos pasos que había en Flix (Tarragona) queda uno en funcionamiento, utilizado todavía por los agricultores. En Miravet (Tarragona) el manejo de dos timones permite aprovechar la fuerza del agua para empujar la embarcación. El origen del paso se remonta al siglo XII, cuando lo realizaba un solo llaüt y ha llegado a nuestros días sin apenas modificaciones.