Camino Natural Vía Verde del Carrilet de la Cava

La ruta recorre un trazado corto de menos de 7 kilómetros que avanza junto al Canal de la Izquierda del Ebro por un carril-bici asfaltado, siguiendo el camino que recorría el antiguo ferrocarril conocido como carrilet. Esta línea férrea contaba con 27 kilómetros de recorrido conectando la localidad de La Cava (actual Deltebre) con Tortosa.

La necesidad de este ferrocarril surgió para transportar productos, arroz principalmente, procedentes del Delta del Ebro hasta Tortosa, que disponía de conexión por ferrocarril con el interior del país. Además, del transporte de mercancías, el ferrocarril también fue crucial para los pasajeros, facilitando el movimiento entre estos dos destinos de intensa actividad comercial y laboral. Todo ello sustituyó a las barcas que subían a Tortosa desde los arrozales de La Cava, destacando el famoso barco de vapor Anita, que navegaba por el río desde 1915.

Este trazado senderista y cicloturista coincide en su totalidad con el Camino Natural del Ebro, concretamente con parte de su etapa 41, que comienza en Tortosa y termina en Amposta. Este es uno de los Caminos Naturales de mayor longitud, siguiendo el curso del Ebro desde su nacimiento en Fontibre hasta su desembocadura en la cercana Riumar, a lo largo de 42 etapas. Al mismo tiempo, el Camino Natural del Ebro está conectado y comparte parte de su recorrido con el Camino Natural Vía Verde de la Val de Zafán. Estas sinergias abren un amplio abanico de posibilidades para complementar el viaje, dentro de la marca turística Terres de l’Ebre, Reserva de la Biosfera.

El recorrido comienza al sur del núcleo urbano de Tortosa, cerca de la conocida Illa de Vinallop, un espacio natural protegido dentro de las Riberes i illes de l’Ebre. Antes de comenzar el viaje, es de obligada visita la monumental ciudad de Tortosa. Aquí, el Castillo de San Juan o de la Zuda se erige dominando la ciudad. Además, la catedral de Santa María, el convento de Santa Clara, el palacio episcopal y otros palacios señoriales son solo algunas de las joyas que Tortosa ofrece al viajero.

El itinerario parte junto al Canal de la Izquierda del Ebro, una impresionante obra de ingeniería hidráulica inaugurada en 1912 por el rey Alfonso XIII. Este canal junto al de la Derecha, que nacen en el azud de Xerta y finalizan en el Delta del Ebro, han sido cruciales para el desarrollo económico de la zona, fundamentalmente centrada en el cultivo de su famoso arroz. Con el paso de los años, la necesidad de mejorar el transporte de mercancías y mano de obra llevó a la construcción del ferrocarril del Carrilet de la Cava.

El viaje se inicia junto al panel interpretativo de Caminos Naturales, desde el que se divisa un antiguo edificio ferroviario cercano. Desde este punto, se toma un carril-bici asfaltado que nos acompañará a lo largo de este breve viaje con un rico pasado ferroviario. El trayecto no presenta ninguna dificultad en cuanto a la pendiente y el tipo de firme, permitiendo disfrutar de las numerosas aves que habitan en el Canal de la Izquierda del Ebro y sus alrededores. A la derecha del trazado, se pueden ver casas de campo rodeadas de cultivos de cítricos en los primeros kilómetros. A medida que se avanza, los arrozales irán cobrando protagonismo dominando el paisaje.

El potente tejido industrial de Tortosa se hace evidente en la primera parte del recorrido, con el Canal de la Izquierda del Ebro, la línea de ferrocarril en servicio actualmente, la carretera C-42 y varias industrias bien comunicadas por tren y carretera. A la derecha, se encuentra el Club de Rem de Tortosa con embarcadero directo al río Ebro, como no podía ser de otra forma. Avanzando un poco más, se encuentran diferentes invernaderos que producen planta hortícola, suministrando estos plantones a los huertos de buena parte de la península.

Tras una compuerta de regulación del Canal de la Izquierda del Ebro, se llega a la altura de la localidad de Campredó, Entidad Municipal Descentralizada (EMD) del municipio de Tortosa. Aquí se puede disfrutar de su antigua estación de ferrocarril y de su iglesia de San Juan Bautista, su patrón. Curiosamente, las fiestas locales se celebran en San Jaime, ya que San Juan coincidía con la época de más volumen de trabajo en los arrozales.

De vuelta al trazado se alcanza la barriada de la Font de Quinto, momento en el cual se cruza el Canal de la Izquierda del Ebro por el puente al efecto, afrontando los últimos kilómetros con este fiel compañero ahora a la derecha del itinerario. El recorrido avanza entre cultivos de cítricos y arroz a ambos lados del canal. A la izquierda, en un pequeño promontorio, se divisa la Torre de Campredó, donde un pequeño panel interpretativo, tipo atril, ubicado en el mismo Camino Natural, informa de los atractivos de esta construcción medieval. Junto a las Torres de Carrova y Sant Onofre, construidas a su imagen y semejanza, formaba una línea de vigilancia cuyo objetivo era proteger la entrada a Tortosa por el estuario, un lugar estratégico deseado por multitud de civilizaciones a lo largo de la historia.

Tras algo más de un kilómetro, se alcanza la Estació de Bombeig La Pedrera, donde un panel interpretativo del Camino Natural Vía Verde Carrilet de la Cava pone el punto final a este trazado. Desde aquí, es posible continuar por el ya mencionado Camino Natural del Ebro, dejando atrás el antiguo trazado ferroviario que estuvo en funcionamiento desde 1926 a 1968, impulsando el desarrollo económico de la comarca.