Red de Caminos
Naturales
Etapa 36: Serradilla a Cañaveral
Descripción
Por tierras del marquesado
Transcurre esta etapa desde Serradilla hasta Cañaveral casi en su totalidad por la carretera comarcal. Atravesando dehesas de encinas, alcornoques y olivos, para en su tramo final cruzar por debajo de la autovía de la Ruta de la Plata y llegar hasta Cañaveral por una pequeña pista.
El inicio de la travesía parte del pueblo de Serradilla por la carretera local, que conduce en primer lugar hasta la población de Casas de Millán. El camino se desliza entre las dehesas y los campos de cultivo, representados los primeros por encinas (Quercus ilex) y alcornoques (Quercus suber), y por cereales y olivos los segundos. Los dos medios proporcionan alimento y cobijo a multitud de especies de animales que se pueden contemplar durante el recorrido.
Según se acerca la etapa a Casas de Millán el paisaje sufre un ligero cambio, la localidad pertenece a la comarca de las Tierras del Marquesado, cuya geomorfología se caracteriza por sierras cuyas alturas oscilan entre los 500 y los 700 m en contraste con las llanuras extremeñas circundantes. Los riscos que define esta orografía permiten el asentamiento de gran variedad de aves, tanto permanentes como en periodo de migración.
A lo largo del itinerario también se divisan numerosas explotaciones de ganado, tanto ovino (ovejas), como porcino (cerdo ibérico) y vacuno (toros bravos).
La carretera continúa por un puente que supera las vías del ferrocarril antes de entrar en Casas de Millán, donde se puede hacer una parada cultural para visitar los diferentes edificios religiosos de diversas épocas históricas.
Una vez que se deja atrás el pueblo, la vía se disocia de la carretera tomando rumbo a la izquierda para discurrir por una pista de tierra. En las inmediaciones de una instalación ganadera se puede hacer una parada en una balsa de agua, donde abreva el ganado, y que aporta cierto colorido al recorrido.
Continuando el itinerario, se divisa la Autovía de la Plata, por debajo de la cual pasa la ruta. Durante este trayecto se vadean dos pequeños arroyos, cuyos cauces en estas zonas no exceden el metro de anchura, por lo que se pueden franquear dando un paso un poco más largo de lo habitual. Desde esta posición se contempla una bonita panorámica del embalse de Cañaveral.
La travesía prosigue hasta enlazar con una carretera local, que transcurre por debajo de la autovía "Ruta de la Plata, y tras un pequeño tramo gira hacia la derecha en un punto situado entre muros hasta alcanzar un cruce con otra carretera, después del cual se accede a un sendero que se encarrila hasta la población de Cañaveral. Antes de llegar a la localidad se encuentra una pequeña área recreativa, dotada con mesas, bancos, fuente y una caseta-refugio.
El camino continúa y traspasa dos portillas con sus correspondientes pasos canadienses. A los pocos metros se entra en una carretera que conduce sin más dilación a Cañaveral, pueblo donde concluye esta etapa.
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Casas de Millán
En Casas de Millán podemos encontrar diversos edificios religiosos como la iglesia de San Nicolás, la ermita de San Sebastián, la ermita de San Ramón, la ermita de Nuestra Señora de Tebas y edificios civiles como la casa del Marqués de Siete Iglesias, situada en la plazuela del Palacio, cerca de la iglesia parroquial, y que cuenta en su fachada con el escudo del Condado de la Oliva.
La iglesia de San Nicolás de Bari es un edificio construido a base de mampostería y refuerzos de sillería, que responde a los cánones de la edificación religiosa del siglo XVI, aunque dispone de elementos decorativos propios del gótico en las portadas y la torre. Por otra parte, la cabecera, de planta cuadrada y cúpula, es un añadido del siglo XVII. La nave presenta cubierta de madera a dos aguas sustentada por dos arcos de medio punto.
El retablo mayor del templo es una interesante obra de talla y pintura. Se trata de un retablo de arquitectura y decoración platerescas realizado por el entallador de Plasencia, Francisco García, hacia el año 1545. Alberga las pinturas que realizó, entre 1549 y 1557, el pintor Diego Pérez de Cervera, también vecino de la ciudad del Jerte.
En cuanto a las demás, la ermita de San Sebastián destaca por su espadaña y por la imagen que alberga de Santa Lucía; la ermita de San Ramón es un conjunto de arquitectura popular barroca y la ermita de Nuestra Señora de Tebas, situada a siete kilómetros de la población, es una obra de mampostería del siglo XVII.
Ermitas e iglesias de Serradilla
En el término municipal de Serradilla se encuentran gran cantidad de ermitas e iglesias. La de Santa Catalina es una edificación de una sola nave construida sobre el año 1716, en buen estado de conservación. La de Santa Ana, datada en el siglo XVI es la más antigua que se conserva; posee planta cuadrada y una portada marcada con un pequeño arco. Contiene una cúpula semiesférica, cubierta a cuatro aguas con teja árabe.
La ermita de Santa Bárbara, del siglo XVII, está dotada también con una sola nave con varios tramos, con un ábside coronado con una cúpula semiesférica. Y finalmente y situada en la Plaza de su mismo nombre, la Ermita de San Antonio, del siglo XVII, es la de mayor tamaño del municipio.
Además de las ermitas se puede visitar la iglesia de la Asunción. Esta construcción se remonta al siglo XVI, dotada de una torre campanario. El interior tiene tres naves, separadas por pilares y pilastras adosadas en los muros laterales. El ábside es de planta cuadrada, cubierta por una cúpula semiesférica.
Por último, en esta localidad se encuentra el convento del Santo Cristo, edificio construido entre los años 1672 y 1675. La portada tiene un arco de medio punto. Sobre la cornisa se sitúa un segundo cuerpo con tres hornacinas que esta rematado con el escudo de una Orden Agustiniana. La planta de la nave es en cruz latina, con cúpula en el centro del crucero.
Santuario del Santísimo Cristo de la Victoria
Posiblemente se trate del segundo punto de veneración religiosa de Extremadura por número de peregrinos, tras el Real Monasterio de Santa María de Guadalupe.
Es célebre la veneración que despierta el Cristo de la Victoria de Serradilla no solo por extremeños. De hecho hasta que llegó al convento de las Agustinas Recoletas de Serradilla en 1641, fue venerado durante años en la capilla del Palacio Real de Madrid por orden de Felipe IV. Fue tal el clamor popular, que existen varias réplicas de la talla de madera policromada que realizó el escultor madrileño Domingo de Rioja y que muestra al Cristo de pie abrazando una gran cruz y pisando una calavera.
Castillo de Mirabel
A unos tres cuartos de hora de Serradilla, se sitúa en un terreno elevado desde el que se controlan todos los pueblos vecinos este castillo. Ésta fue una de las fortalezas que poseyó el Rey Alfonso VIII después de la fundación de Plasencia, pero en el año 1196 los ejércitos almohades lo destruyeron.
Los restos arqueológicos encontrados en la zona, de los pueblos romanos, árabes y germanos, hacen pensar que el castillo fue reconstruido varias veces, hasta que, siglos después, junto con el pueblo de Mirabel pasó a formar parte del marquesado de Mirabel. Son visitables los restos de la que fuera una importante fortaleza, la mayor parte pertenecientes a las reformas que se hicieron durante el marquesado de Mirabel.
ZEPA Canchos de Ramiro y Ladronera
Este abrupto espacio se encuentra vertebrado por las cadenas montañosas de los Canchos de Ramiro, el pico de Ladronera y la sierra de la Solana. Además esta ZEPA es atravesada por varios cursos de agua: el regato del Castillo de las Moreras, el río Alagón y la Rivera de Fresnedosa, entre otros, encontrándose dentro de los límites de este espacio la Presa de Portaje, que acoge ornitofauna acuática de importancia internacional según los criterios Ramsar.
Son características de este lugar las dehesas de Quercus, así como los retamales y brezales. También aparecen bosques de ribera y vegetación flotante de ranúnculos. Las rapaces están bien representadas con especies como el águila real (Aquila chrysaetos), el cernícalo primilla (Falco naumanni), el halcón peregrino (Falco peregrinus), el águila azor perdicera (Hieraaetus fasciatus), el buitre leonado (Gyps fulvus) o el alimoche (Neophron percnopterus). Algunas especies catalogadas en peligro de extinción tienen aquí su hábitat, como es el caso de la cigüeña negra (Ciconia nigra) o el fumarel (Chlidonia niger).