Red de Caminos
Naturales
Etapa 33: Higuera de Albalat a Serrejón
Descripción
Dehesas de encinas y alcornoques
Tras abandonar el acogedor pueblo de Higuera el camino se sumerge en uno de los paisajes más característicos de este territorio: las dehesas extremeñas. Una vez atravesada la presa de Arrocampo y el embalse de la Anguila se alcanza el destino perseguido, Serrejón; primer municipio del Parque Nacional de Monfragüe.
Los primeros metros de la etapa discurren por la carretera local; abandonándola rápidamente para tomar un camino a mano derecha que conduce a la finca “El Gato”. Entre antiguos muretes de piedra, la pista se adentra en un coto privado de caza donde la presencia de ganado bravo suelto es muy frecuente y, por tanto, es necesario tener precaución.
En esta zona se puede disfrutar de la dehesa, con encinas (Quercus ilex) y alcornoques (Quercus suber), algunos de estos últimos muestran un color anaranjado debido al proceso de extracción del corcho.
Prosiguiendo el recorrido se alcanza el río Tajo, que se atraviesa mediante un puente de mampostería de dos ojos; en este puente se solapan el camino natural y la carretera N-V para luego disociarse y volver a cruzarse unos metros más adelante.
A partir de este punto el itinerario prosigue hasta abordar un viaducto sobre la carretera E-90/N-V; desde aquí el sendero discurre paralelo a la misma hasta cambiar de dirección para salvar el embalse de Torrejón-Tajo. Dejando atrás la panorámica del embalse y la central nuclear de Almaraz, la senda se desvía de la calzada variando su rumbo hacia la derecha para adentrarse en un nuevo coto privado de caza representativo de la dehesa extremeña.
Durante el tránsito por estas tierras comienza a ser frecuente la presencia de avifauna propia del embalse de la Anguila, donde se puede disfrutar de diversos rituales de pesca acuática por parte de las numerosas especies de aves. La ruta bordea este embalse por su sector este para luego proseguir hasta el final de la etapa.
Una vez en el pueblo de Serrejón, ubicado entre las llanuras de Campo Arañuelo (Toril y Saucedilla) y las sierras del Parque Nacional de Monfragüe, el caminante podrá disfrutar de las primeras pinceladas de los maravillosos paisajes y biodiversidad que le muestra en todo su esplendor este espacio protegido.
Perfil
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Información adicional
Parque Nacional de Monfragüe
Monfragüe fue declarado Parque Natural en 1979, Reserva de la Biosfera en julio de 2003 y Parque Nacional en 2007. Además forma parte de la Red Natura 2000.
Es uno de los mejores enclaves de bosque mediterráneo, presentando además algunos vestigios de carácter atlántico y continental. Los cursos de los ríos Tajo y Tiétar forman el eje articulador del Parque, encajado en una estrecha garganta, entre dos alineaciones de sierras de cuarcitas y pizarras.
De estas características bióticas y abióticas deriva la gran variedad de ecosistemas que conforman el Parque y su entorno lo que, junto a su buen estado de conservación, hacen de la biodiversidad su principal característica.
Además de los característicos encinares, alcornocales, madroñales, jarales y brezales, aparecen también otros enclaves con especies caducifolias como quejigos (Quercus faginea), arces (Acer sp.) en las laderas de umbría, o bien fresnos (Fraxinus excelsior) y vegetación de ribera en los sotos de ríos y arroyos.
Los rasgos biogeográficos de este territorio, junto con la variedad de la estructura y composición de las comunidades vegetales y el escaso grado de intervención antrópica, favorecen el mantenimiento de numerosas especies de fauna, gravemente amenazadas en su área de distribución pero que gozan en ésta de una excepcional representación; son especies de gran importancia para la preservación de la diversidad genética propia del Mediterráneo. Entre estas especies destacan por su interés científico, singularidad y vulnerabilidad el águila imperial ibérica (Aquila adalberti), el buitre negro (Aegypius monachus), la cigüeña negra (Ciconia nigra) y el lince ibérico (Lynx pardinus).
Bordeando el Parque se encuentra la dehesa, ecosistema modelado por la mano del hombre y ejemplo de equilibrio hombre-naturaleza. Es aquí donde múltiples especies silvestres se alimentan junto al ganado, que pasta bajo la sombra de encinas y alcornoques. Sobrevolando la dehesa se divisan las grandes rapaces que, junto a pequeños pajarillos, se alimentan de sus productos.
Serrejón
Destacan en todo el municipio la iglesia parroquial de San Ildefonso, que comenzó a edificarse a finales del siglo XV y concluyó en el XVIII. Es un edificio de mampostería de pizarra, con cantería en refuerzos, portadas, arcos y con planta rectangular en su conjunto. Los elementos de mayor interés son las portadas, el retablo mayor y laterales, y las imágenes que albergan.
La ermita de San Antonio data del siglo XVIII. El edificio es de mampostería y tiene planta rectangular. En ella se hallan las imágenes de San Antonio y de la Virgen de la Oliva, patrona de Serrejón.
Serrejón cuenta además con varias ermitas en sus alrededores, muchas de las cuales han acusado el paso de los siglos quedando ahora sólo sus ruinas, como es el caso de la ermita de Santiago (s. XVI); la de Santa Lucía, que sólo conserva sus cimientos y algunos de sus muros; y la de Nuestra Señora la Virgen de la Oliva, situada a cinco kilómetros de la villa.
Además, cerca del pueblo se puede disfrutar del mirador de los Canchos, desde donde se contempla el entorno natural permitiendo al visitante disfrutar de la naturaleza y de su paisaje agreste.
En las proximidades de Serrejón también se encuentra la cueva Bermeja, con pinturas rupestres esquematizadas de gran valor histórico.