Etapa 2: Roque de los Muchachos - Refugio de El Pilar

Esta espectacular etapa de casi 27 km comienza en el punto de información del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, ubicado en el icónico Roque de los Muchachos, uno de los lugares más emblemáticos de la isla de La Palma.

Tras disfrutar de la visita obligada al Roque de los Muchachos, la ruta arranca abandonando el pequeño aparcamiento, avanzando por una estrecha senda empedrada, en compañía de los numerosos telescopios localizados en esta zona.

El camino serpentea, adaptándose al terreno escarpado, con subidas y bajadas continuas que ofrecen un desafío constante. Echando la vista atrás, todavía puede observarse el Roque de los Muchachos y contemplar el paisaje disfrutando de la variedad cromática que ofrecen los distintos estratos de suelo de los diferentes barrancos que se divisan.

Dejando a la izquierda un nuevo telescopio, el camino alcanza el Pico Fuente Nueva, que se alza a 2366 m de altura, coronado por un vértice geodésico. Este elemento, perteneciente al Instituto Geográfico Nacional, forma parte de una gran red distribuida por todo el territorio nacional, siendo de vital importancia para desarrollar todo tipo de trabajos topográficos y cartográficos.

Avanzando por la ruta, se divisa la siguiente subida, mientras a la derecha se despliega el espectacular paisaje del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, declarado como tal en el año 1954. Este lugar no solo es un tesoro natural, sino también Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), Reserva de la Biosfera y Destino Starlight desde el año 2012.

Durante estos primeros kilómetros de etapa, la altitud marca el predominio de un matorral bajo y resistente, adaptado a las duras condiciones climáticas del lugar, destacando de entre todas las especies el tajinaste rojo o rosado (Echium wildpretii) que con sus espectaculares flores da color a una de las típicas instantáneas de la isla de La Palma.

El itinerario avanza cerca de la carretera LP-4, alcanzando la conocida como Pared de Roberto y poco después, llega al Mirador de Los Andenes, junto a la mencionada carretera. Aquí, los senderistas pueden seguir disfrutando de la Caldera de Taburiente y los turistas motorizados pueden asomarse a ella. Carteles informativos del Parque Nacional advierten del peligro de afrontar el siguiente tramo en invierno y con hielo, por lo que el caminante deberá planificar su viaje de forma adecuada y atender a las indicaciones.

La ruta continúa bordeando la cresta de la Caldera de Taburiente, dejando a la izquierda el Barranco de Gallegos y a la derecha el Barranco del Diablo. El trazado va tornando poco a poco en dirección sureste, alcanzando el Pico de la Cruz, situado a 2351 m de altura, marcado con un nuevo vértice geodésico. Un poco más adelante, se encuentra el Mirador Astronómico Amateur Pico Cruz Sur, donde un panel interpretativo informa de como disfrutar de este lugar en las noches despejadas.

Se suceden los tramos de subida y bajada, al igual que los barrancos, dejando a la izquierda en esta ocasión el Barranco de La Fuente de Vizcaíno y a la derecha el Barranco de Los Guanches. A medida que se avanza a estas altitudes superiores a los dos mil metros, el senderista camina por encima del mar de nubes, sobresaliendo del mismo si se mira hacia el este, la silueta del espectacular Teide, el pico más alto de España y también Parque Nacional en la vecina isla de Tenerife.

El trazado avanza ahora en dirección sur, alcanzando el inicio del Barranco Hondo a la izquierda y el Barranco de Altaguna a la derecha, para poco después llegar al Pico de la Nieves. Con sus 2239 m de altitud, este pico culmina en una cruz de madera que domina el entorno.

A partir de aquí, el sendero empieza a descender zigzagueando, perdiendo altura y cambiando de piso altitudinal de vegetación, apareciendo los primeros ejemplares de pino canario (Pinus canariensis). Este árbol, símbolo vegetal de la isla de La Palma, es la única especie de pino autóctono capaz de rebrotar desde el tronco, una adaptación crucial frente a los incendios provocados, entre otras causas, por las erupciones volcánicas.

En predominante descenso se observa como el pinar va ganando protagonismo, con sus largas acículas dispuestas de tres en tres mecidas por el viento muy frecuente en esta etapa. El paisaje continúa siendo impresionante no estando totalmente reflejada su inmensidad en las fotografías ni en las descripciones escritas, por lo que se recomienda al senderista, siempre que se disponga de suficiente tiempo, que realice diferentes paradas donde la pequeña pausa permita apreciar la grandiosidad del lugar por donde camina.

El camino sigue bordeando barrancos a ambos lados del itinerario, siendo el turno a la derecha del Barranco de la Piedra Majorera y a la izquierda del Barranco de la Madera, denominaciones elegidas de forma muy adecuada ya que responden a las características de cada uno. Cercanos al trazado se encuentran los petroglifos de Tagoror o de La Erita, vestigios históricos que añaden un toque místico a la ruta. Poco después, se alcanza el Lomo Corralejo, descendiendo en un nuevo zigzagueo que crestea pegado al cortado con un paisaje de una espectacularidad asombrosa, en el que el viajero no sabe dónde fijar la atención embriagado por tanta belleza.

Debido a la exigencia técnica y la longitud de la etapa, es de vital importancia realizar una buena planificación antes de recorrerla. Afortunadamente, a lo largo del recorrido existen señales informativas, como la que ahora alcanza el senderista, donde se informa de la distancia que resta a diferentes salidas y vías de escape, que pueden ayudar a evitar riesgos innecesarios y/o a solucionar algún contratiempo o imprevisto.

Se continúa avanzando en la etapa, perplejo por el paisaje que rodea al senderista, alcanzando el Refugio Punta de Los Roques, idílico lugar perfecto para pernoctar o simplemente refugiarse del mal tiempo, dotado de agua y luz, basado en el respecto y en el cuidado colectivo de esta pequeña construcción ubicada en uno de los lugares más grandes de la isla, paisajísticamente hablando.

En predominante descenso, se alcanza un punto donde se divisa la costa oeste de la isla. En días despejados, es posible identificar claramente los efectos de la erupción del volcán de Tajogaite que comenzó el 19 de septiembre de 2021 y duró 85 días.

Más adelante se alcanza el Pico Corralejo, a 2044 m de altitud, donde un nuevo vértice geodésico marca el punto de mayor altura. Disfrutando del extenso pinar de pino canario y admirando su asombrosa capacidad de brotación y regeneración, se va dejando atrás poco a poco la cresta de la Caldera de Taburiente, disminuyendo al mismo tiempo la exigencia física para recorrerla.

El recorrido continúa llegando a un nuevo pico, en este caso a la derecha del trazado: el Pico de las Ovejas que, con 1854 m de altitud, confirma el descenso ya realizado por el senderista. Poco después, en las cercanías de los Roques de la Perra, se observan los primeros ejemplares de especies típicas de la laurisilva, entremezclados en el pinar que, en una tranquila transición, ganaran protagonismo al bosque de coníferas.

Tras un nuevo zigzagueo en descenso se alcanza la Pista de Cumbre Nueva conocida también como de La Hilera. Tras avanzar un puñado de metros por esta pista, se abandona tras una curva de herradura para tomar una senda que ahora si zambulle al senderista en plena laurisilva. Este entorno, sombrío y fresco, evoca escenas de cuentos de duendes y leyendas de seres mitológicos. El sendero vuelve a cruzar la pista forestal brevemente antes de continuar hacia la última parte de la etapa, la menos exigente, restando 6,5 km para su finalización.

A lo largo de la senda, se disfruta del denso vergel que conforma el monteverde, donde algún ejemplar de pino canario se cuela en estos bosques cargados de biodiversidad. Los kilómetros se van sucediendo acercándose en un par de ocasiones a la pista forestal, para después avanzar por ella escasos metros tomando de nuevo la senda en las proximidades de un cortafuegos.

Poco después, al pasar junto a unas antenas de telecomunicaciones, se baja a la Pista de Cumbre Nueva, donde se recorre un extenso tramo que permite al senderista recuperar las fuerzas empleadas en los primeros kilómetros de etapa. Luego, el sendero se desvía a la izquierda de la pista, cruzándola un total de seis veces, cambiando en cada cruce el lado al que deja el senderista la Pista de Cumbre Nueva. A pesar de los numerosos cruces, el itinerario es fácil de seguir gracias a la buena señalización y la proximidad constante de la pista, que sirve como referencia segura.

La vegetación se mantiene densa y exuberante, típica de estos bosques de laurisilva que aprovechan como nadie la precipitación horizontal provocada por las frecuentes nieblas que se producen en esta zona. El trazado avanza por el Parque Natural de Cumbre Vieja y, tras el sexto y último cruce con la pista, aparece de nuevo curiosamente el pinar de pino canario.

El senderista regresa a la pista poco antes de llegar a la carretera LP-301, la cual se debe seguir poco más de 200 m, extremando las precauciones, hasta alcanzar el Área Recreativa de El Pilar y con ella el final de esta espectacular etapa. Esta Área Recreativa dispone de multitud de servicios como aparcamiento, parada de guagua, zona infantil de juegos, barbacoas, merenderos y el Centro de Visitantes El Pilar – P. N. Cumbre Vieja.