Etapa 6: Los Llanos de Aridane - Los Canarios (Fuencaliente)

La etapa 6 del Camino Natural de la Palma, también conocido como el Camino Real de la Costa y Medianías, arranca en la emblemática Plaza de España en Los Llanos de Aridane, entre el Ayuntamiento de la localidad y la Iglesia Nuestra Señora de los Remedios. Desde allí, el camino recorre unos metros por la calle Real, donde los edificios de estilo tradicional palmero se mezclan con animados comercios, restaurantes y terrazas. Siguiendo las indicaciones, el recorrido toma un giro a la izquierda por la calle Benigno Carballo hasta alcanzar la carretera LP-2, pasando junto al Museo Arqueológico Benahorita.

Después de cruzar la carretera y la calle Barranco Tenisca, flanqueando el barranco homónimo antes de girar en dirección sur y recorrer toda la calle Pedro Miguel Hernández Camacho. Luego asciende por el Camino de Triana y, pocos metros después, la etapa se adentra en el camino del Malpaís de Triana, pasando bajo la carretera LP-21.

Debido a las coladas volcánicas del Tajogaite, la etapa se interrumpe temporalmente. Sin embargo, se retoma 2,9 kilómetros después, en las cercanías del campo de fútbol y la pista de atletismo de Las Manchas, justo en la intersección con las carreteras LP-2 y LP-212. Desde este punto, y también desde la incorporación en Las Manchas, es posible visitar los impresionantes miradores del volcán señalizados por el cabildo insular, ubicados a lo largo de la LP-212.

La erupción del volcán Tajogaite, que comenzó el 19 de septiembre de 2021 y se prolongó hasta el 13 de diciembre del mismo año, se convirtió en la más extensa en la historia de La Palma. Esta erupción, precedida por miles de terremotos, transformó dramáticamente el paisaje al cubrir 1.200 hectáreas con lava y destruir más de 1.600 edificaciones. El evento fue un espectáculo natural impresionante, marcado por explosiones freáticas, enormes columnas de ceniza y ríos de lava en fases estrombolianas. Sin embargo, también trajo consigo una crisis humanitaria sin precedentes, con miles de personas evacuadas y devastadoras pérdidas económicas, especialmente en los sectores agrícola y turístico.

Tras esta interrupción natural, el Camino Real retoma su curso a lo largo de la medianía de la isla, flanqueado por el océano Atlántico al oeste y la Dorsal Cumbre Vieja al este. Este tramo del recorrido ofrece un paisaje de contrastes: viviendas rurales, parcelas agrícolas, algunas en uso y otras abandonadas, y extensas áreas de malpaís. Este terreno volcánico, marcado por sus rocas áridas y poco erosionadas, a pesar de su apariencia desolada, puede convertirse en suelo fértil bajo las condiciones adecuadas, lo que favorece tanto la agricultura como el desarrollo urbano.

Al adentrarse en la pintoresca localidad de Las Manchas, la ruta discurre paralela a la carretera LP-2, pasando junto a la iglesia de San Nicolás de Bari. Las casa de paredes blancas contrastadas con roca volcánica negra, añaden un encanto singular al entorno. Poco después de dejar la localidad, el camino se desvía a la derecha, bordeando una típica casa palmera, y se adentra en una pista agrícola que conecta con el Camino de Tamanca. Esta pista sigue paralela a la carretera LP-2, dirigiéndose hacia Jedey, ofreciendo un recorrido lleno de paisajes diversos y una rica historia volcánica.

Una vez sobrepasado el pintoresco núcleo de Jedey el camino se desvía hacia la derecha para introducirse la pista a 580 metros sobre el nivel del mar. Esta pista, a veces empedrada y otros de tierra, recorre el Paisaje Protegido de Tamanca. En esta región, la aridez y las antiguas coladas de lava han permitido el crecimiento de especies endémicas como tabaibales (Euphorbia lamarckii), retamas (Retama rhodorhizoides) o vinagreras (Rumex lunaria), donde también se aprecian viñedos y tierras de labor, abundan los lagartos gigantes de La Palma (Gallotia auaritae) y los azulados lagartos Tizones (Gallotia galloti palmae). El paisaje es un espectáculo de contrastes, con el verde vibrante de la vegetación, el azul profundo del océano y el negro de las plataformas de lava, creando una estampa de gran belleza.

El camino asciende a 800 metros sobre el nivel del mar durante aproximadamente 4 kilómetros, hasta adentrarse en una zona de pinar que marca el último kilómetro previo a la incorporación nuevamente a la carretera LP-2. A lo largo de unos 800 metros, el sendero sigue por un paseo balizado y pavimentado, cruzando la carretera junto a una antigua caseta de mantenimiento para entrar en una pista forestal.

Esta pista, de suelo volcánico arenoso, continúa subiendo y atraviesa la primera de muchas calderas que conforman la Dorsal Cumbre Vieja. La caldera, conocida como Hoyo Frío, es una pequeña y relativamente plana formación volcánica. A partir de aquí, el sendero se sumerge en un denso bosque de pinos, dirigiéndose hacia el extremo sur de La Palma. En los días despejados, las vistas son espectaculares, con el océano extendiéndose tanto al sur como al oeste, e incluso la silueta de la isla de El Hierro visible en el horizonte.

Tras recorrer 5 kilómetros a través de un paisaje de pinares y viñedos, el camino alcanza los 920 metros sobre el nivel del mar y llega al majestuoso Pino de Santo Domingo, un emblemático punto de referencia en las proximidades de Los Canarios, en el municipio de Fuencaliente. Aquí, el sendero vira hacia el este, dejando atrás el área de picnic frecuentemente utilizada para eventos culturales, y se adentra en un pequeño valle rodeado de pinos y viñedos. Aproximadamente 400 metros después, la etapa 6 concluye en la intersección con la etapa 3 del GR-131. Desde este punto, los caminantes pueden continuar hacia Los Canarios, explorar las Salinas o dirigirse hacia el icónico faro de Fuencaliente, marcando el final de esta fascinante travesía.