Red de Caminos
Naturales
Etapa 5: Tijarafe - Los Llanos de Aridane
Descripción
Hacia el barranco de las Angustias y el Valle de Aridane
Una de las etapas más cortas del GR 130, pero también de las que presenta más dificultad, ofrece vistas espectaculares del barranco de las Angustias y el Valle de Aridane desde el mirador natural de las Laderas de Amagar. En este recorrido, de poco más de 13 km, se experimentan algunos de los cambios paisajísticos más dramáticos: desde el entorno agreste de barrancos y viviendas dispersas hasta las imponentes paredes rocosas del barranco de las Angustias y las extensas plantaciones de plataneras. Finalmente, se llega a los Llanos de Aridane, una de las zonas urbanas más grandes de La Palma. A lo largo de esta etapa, el senderista tiene la oportunidad de explorar una rica variedad de paisajes culturales de la isla.
La etapa 5 del GR 130 comienza en el casco urbano de El Pueblo de Tijarafe, justo detrás de la iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria. Este templo destaca por su diseño sobrio y una particular espadaña con una balconada a la que se accede desde unas escaleras externas. En su interior, el artesonado del techo y el impresionante retablo mayor, obra del escultor Antonio de Orbarán, llaman la atención. Desde la iglesia, se desciende hacia la plaza por una escalera, pasando entre un magnífico laurel de indias (Ficus microcarpa) y una palmera canaria (Phoenix canariensis).
Esta plaza ofrece vistas panorámicas del paisaje de Tijarafe, el océano o los curiosos tejados de los edificios de la localidad. Antes de continuar, se recomienda visitar la oficina de información turística y la biblioteca local, en cuya planta superior se sitúa el Museo Etnográfico Luis Lorenzo Barreto. Este muso atesora una fascinante colección de trajes tradicionales de los municipios de La Palma.
La ruta comienza descendiendo hasta alcanzar la carretera LP-1, por la que se avanza durante unos 100 m antes de abandonarla a mano izquierda por una pista de tierra. Esta pista pasa detrás de una casa y remonta una pequeña loma antes de volver a encontrarse con la carretera al descender. Después de cruzar la carretera, prestando especial atención a la curva de la izquierda, el camino desciende hacia el Barranco del Jurado. Este barranco recibe su nombre por las formaciones geológicas esculpidas por la erosión y que los lugareños conocen como “juros” y fue declarado Monumento Natural en 1987. Al subir por la ladera opuesta, se llega a la ermita del Buen Jesús, un sencillo templo que se remonta a finales del siglo XVI y declarado Bien de Interés Cultural en 1994.Popularmente conocida como “El Jesús”, esta ermita es muy querida por los vecinos, tanto que ha dado nombre al barrio de Tijarafe en el que se encuentra.
El sendero continúa por las calles de la parte baja de “El Jesús”, cruza un pequeño barranco y llega a la carretera LP-1 a la altura del área recreativa Fuente del Toro. Después de cruzar la carretera y rodear la zona recreativa por un camino empedrado, el sendero se convierte en un camino hormigonado que va discurriendo por las viviendas más dispersas de la parte alta del pueblo. A lo largo del recorrido se aprecian varias cruces que jalonan el trazado del antiguo Camino Real.
El hormigón da paso a una pista de tierra que desciende hacia el barranco de Los Gomeros. Desde allí, el camino asciende por la ladera opuesta hasta alcanzar una carretera que da servicio a las casas del barrio de Arecida. Se continúa por esta carretera mientras se desciende hasta encontrarse de nuevo con la LP-1. Desde este punto, el recorrido sigue el antiguo Camino Real, manteniéndose a una cota inferior a la carretera mientras se dirige hacia el barrio de La Punta. Durante este tramo, el paisaje mezcla zonas cultivadas y nuevos usos turísticos o residenciales de las antiguas casas. El firme va alternando asfalto y hormigón con el más pintoresco empedrado.
Tras pasar el pequeño barrio de La Punta, se cruza nuevamente la carretera y comienza un ligero, pero continuo ascenso hasta alcanzar el límite municipal entre Tijarafe y Los Llanos. Una vez en lo alto, la vista se abre al espectacular paisaje del Valle de Aridane. En este punto, el sendero del GR 130 se cruza con la primera etapa del GR 131, que asciende desde el Puerto de Tazacorte hasta el Roque de los Muchachos. Es el lugar perfecto para detenerse, admirar el paisaje y retomar fuerzas antes de afrontar la exigente bajada que espera al caminante.
Este tramo del camino, al que se conoce popularmente como Las Vueltas de Amagar, desciende en un enrevesado zigzagueo para superar un importante desnivel de más de 500 m desde el inicio de la bajada hasta el fondo del barranco de Las Angustias. Se estima que el recorrido cuenta con hasta 73 vueltas, lo que lo convierte en un desafío notable. Después de un primer tramo de bajada empinada y un cruce con la carretera donde, aunque los vehículos no suelen ir muy rápido debido a la pendiente es conveniente prestar atención, sobre todo cuando las curvas restan visibilidad, se llega al llano de Amagar, que da cierto descanso. Se trata de una terraza suspendida del antiguo cauce, donde los cultivos de plataneras ocupan prácticamente toda la superficie y el camino va transitando entre ellas.
Se cruza nuevamente la carretera, un punto especialmente peligroso porque la visibilidad es limitada debido a las curvas cerradas y la propia orografía. Luego, el descenso continúa hasta llegar a la carretera LP-1. Aquí se cruza otra vez, en un punto con mejor visibilidad, y se sigue descendiendo hasta alcanzar el fondo de barranco. Antes de cruzar y continuar con la etapa, se puede visitar el santuario de la Virgen de las Angustias, situado a unos 300 m hacia la izquierda por la carretera. Este edificio del siglo XVI, con una sola nave alberga en su interior un retablo barroco y una magnífica talla flamenca policromada. Cabe mencionar que fue una de las primeras construcciones religiosas hechas por los españoles en la Isla.
Al retomar el sendero se cruza la carretera y se avanza sobre una pasarela que atraviesa el cauce actual del barranco. Al otro lado, el camino vuelve a transitar entre plataneras y comienza el ascenso por la otra ladera del barranco de Las Angustias. Se vuelve a cruzar la carretera hasta en tres ocasiones más antes de tomar un camino empedrado que va ascendiendo de manera continua y sin apenas cambios de dirección. Este camino conduce al barrio de Argual, ya integrado en el área urbana de los Llanos de Aridane.
Desde aquí, el sendero se adentra en las calles de los Llanos, por lo que es importante tener precaución en los cruces. El recorrido pasa primero por la calle Velázquez, luego por la calle Manuel de Falla y, posteriormente, por la avenida de Tanausú. La etapa culmina en la Plaza de España, el corazón de la ciudad, donde se encuentran grandes laureles de indias traídos por los emigrados a Cuba. La etapa concluye aquí, entre la iglesia de Nuestra Señora de los Remedios y el Ayuntamiento de los Llanos de Aridane.
Perfil
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Información adicional
Barranco de Las Angustias
El Barranco de Las Angustias es un espacio integrado en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos y está designado como Zona de Especial Conservación (ZEC), en la Red Natura 2000. Su relevancia radica en las características geológicas y climáticas que favorecen a la vegetación única de La Palma, incluyendo bosques de Pino Canario (Pinus canariensis).
Se ubica al oeste de La Palma y atraviesa los municipios de El Paso, Tijarafe, Los Llanos de Aridane y Tazacorte, siendo el límite y desagüe de La Caldera de Taburiente. Entre sus valores ambientales se destacan: materiales geológicos basales, es decir, los materiales más antiguos de la isla; amplias zonas de rocas plutónicas; paredes escarpadas; y una extensa red de diques y nacimientos. Además, alberga la sorprendente Cascada de Colores.
Explorar el Barranco de Las Angustias ofrece no solo un encuentro con su impactante paisaje geológico, sino también la oportunidad de apreciar y preservar esta rica diversidad biológica que lo caracteriza. Siendo el hogar de una gran variedad de especies vegetales y animales, adaptadas a su entorno geográfico. Entre las formas vegetales, que prosperan en este espacio protegido, destaca el mencionado Pino Canario, que encuentra en las laderas del barranco un hábitat propicio, contribuyendo a la formación de bosques característicos de la región. También destacan la Lavandera Palmera (Lavandula buchii) o el Tajinaste Rojo (Echium wildpretii), este último de altas y llamativas espigas con flores rojas, que aparecen durante su época de floración. En cuanto a la fauna, este espacio es hábitat de diversas especies, entre ellas: el Lagarto Gigante de La Palma (Gallotia auaritae) o la Paloma Rabiche (Columba junoniae).
El Barranco de Las Angustias cuenta también con un alto valor histórico, relacionado con la cultura Benahorita, los habitantes originarios de La Palma. El barranco desempeñó un papel fundamental en el Cantón Benahorita de Aridane, pues sus habitantes aprovechaban sus recursos naturales de manera estratégica, utilizando sus aguas para el riego de cultivos y aprovechando la fertilidad de la tierra, en las zonas circundantes. La presencia de riachuelos permanentes en la zona, conocida como Dos Aguas, señala la importancia del barranco como fuente de agua para la agricultura. Y es aún vital para los habitantes de la isla.
Por todo ello el Barranco de Las Angustias es un destino fascinante que cautiva a quienes lo visitan, pudiendo disfrutar de los encantos de este paisaje abrupto, tanto practicando deportes de naturaleza o simplemente paseado por él.
Santuario de Nuestra Barranco de Las Angustias
Señora de las Angustias de La Palma Situado en el impresionante entorno del Barranco de las Angustias, en el término municipal de Los Llanos de Aridane, se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias. Este monumento se destaca por su ubicación, estando rodeado de vegetación, campos de cultivo de plátanos y el escarpado paisaje de las laderas del barranco.
La construcción del santuario data del siglo XVI y presenta un estilo barroco. Fue erigido con el propósito de albergar una talla de madera policromada de origen flamenco, que representa la Piedad: la Virgen sosteniendo a su Hijo muerto en brazos. Una escultura que llegó a La Palma entre los años 1515 y 1522. La talla llama la atención por el contraste de la postura vertical y sedente de la Virgen, mientras sostiene la forzada curvatura del cuerpo de su hijo, en su regazo.
La fachada cuenta con elementos barrocos, incluyendo una triple hornacina que resguarda la imagen de la Virgen. En el interior, un retablo barroco y un nicho central realzan la presencia de la escultura. La ermita alberga también una corona imperial, potencias del Cristo y una gran cruz, todo ello elaborado en plata. Cada 15 de agosto el santuario atrae a devotos y peregrinos, para la procesión de la Virgen hasta el Calvario. Ocho días después, se celebra "la octava", con otra procesión alrededor del santuario, convirtiéndose en un punto de encuentro espiritual y cultural para romeros de toda la isla.