Red de Caminos
Naturales
Etapa 5: Cala Tirant - Binimel·là
Descripción
Legado romano en el norte de la isla
Partiendo de la urbanización Playas de Fornells, esta etapa va recorriendo algunas de las playas y calas más populares del litoral norte de Menorca, que se encuentran en una de las zonas mejor conservadas de la costa, declarada como LIC y ZEPA “Dels Alocs a Fornells”. Durante el recorrido se alcanza el punto más septentrional de todo el Camino Natural Camí de Cavalls, en las inmediaciones del yacimiento romano de Sanicera.
La quinta etapa del Camino Natural comienza justo a la entrada de Cala Tirant, en la urbanización de Playas de Fornells. La playa se abandona, momentáneamente, para salvar un pequeño cabo que interrumpe la continuidad del arenal mediante una pasarela de madera que se eleva unos 10 m sobre el nivel del mar, ofreciendo unas bonitas vistas del puerto natural que es esta cala.
De vuelta a la playa, el camino la va bordeando, pero sin llegar al otro extremo de la misma, puesto que un poco antes se abandona la misma para continuar hacia la izquierda a fin de alcanzar una pasarela construida sobre el torrente de Lluriac Nou. La ruta continúa en paralelo a este arroyo durante algo menos de 100 m, entre tarajes (Tamarix sp.) y lastones (Stipa sp.), hasta que se llega al final de la cala. En este punto, comienza una subida por un camino hormigonado que llega hasta la pista de acceso a una urbanización.
El Camino recorre esta pista de tierra hacia el sur, para abandonarla poco después por otra que parte a mano derecha. Esta otra pista se deja después de medio kilómetro y la ruta continúa por un sendero que arranca a su derecha. Se recomienda tener precaución, tanto en el tránsito por estas pistas como al cruzarlas, ya que son de acceso a urbanizaciones por lo que se comparten con el tráfico rodado.
El Camino Natural se dirige de nuevo hacia el litoral acompañado de pastos, lastones y algún matorral de porte almohadillado y llega hasta el macar de sa Talaieta (macar es el término menorquín para referirse a las pequeñas playas rocosas). A partir de este punto, el camino discurre casi en paralelo a la línea de la costa y, aunque está protegido por talanqueras de madera cuando se asoma demasiado a los acantilados, conviene tener cuidado porque se transita por firme de tierra con aforamientos rocosos. El paisaje acompañante no varía demasiado: laderas cubiertas de pastos; lastones; matorral, sobre todo lentiscos, labiérnagos, aulagas y, especialmente, los socarrells (Launaea cervicornis), unos arbustos endémicos adaptados a las condiciones ambientales del norte de la isla e incluso algún pino; y la vista continua del puerto natural de Cala Tirant a la derecha del camino, con bonitas vistas de la urbanización de Playa de Fornells.
De esta manera se va pasando junto a diferentes calas y cabos, pero sin que el itinerario llegue a acceder a ninguno: Punta de sa Talaieta, macar Petit, Punta Negra, macar Gran, macar de Binidonaire, sa Mitjana, punta d’en Patet y, finalmente, la playa d’en Patet.
Después, el camino se vuelve a internar tierra adentro, saliendo de la playa por una pista que se dirige a una finca privada. Tras recorrerla durante unos 200 m, se abandona para tomar un sendero que sale al encuentro del viajero a mano derecha. Entre lentiscos, que ahora sí vuelven a tener buen porte, en un primer tramo y pinos carrascos posteriormente, se va rodeando la finca mencionada hasta que se llega a las inmediaciones del campamento romano de Sanicera.
Justo antes de llegar a la carretera de acceso al faro de Cavallería se abre una explanada en la que se han instalado unos paneles informativos con los que aprender sobre este enclave romano, situado en el punto más septentrional de todo el recorrido del Camí de Cavalls. Este yacimiento no es sino un campamento construido en el ámbito de las guerras sertorianas (82 a.C. a 72 a.C.) para alojar a los soldados, estando ubicada la auténtica Sanicera, un puerto romano bajoimperial, más al norte, en el lado oeste del puerto de Sanitja.
Para acceder a Sanicera, que se encuentra a algo más de medio kilómetro de distancia, hay un pequeño sendero que parte de la carretera, a unos 200 m al oeste del lugar donde están instalados los paneles y que permite pasar, además, por otros descubrimientos arqueológicos como un complejo eclesiástico de los siglos V y VI.
Otro de los elementos patrimoniales de interés en esta zona es la torre de Sanitja, una torre de defensa costera construida por los ingleses en el siglo XVIII situada en el extremo de la punta de sa Torre. Por último, desde este lugar se puede acceder al cabo y al faro de Cavallería, a 2,5 km de distancia, ubicados en el extremo más septentrional de la isla de Menorca.
La ruta se retoma por la carretera de acceso al faro, recorriéndola hacia el oeste durante 1,3 km hasta que se llega al aparcamiento de la playa de Cavallería. De nuevo se recomienda extremar precauciones a la hora de recorrer la carretera, especialmente al llegar al aparcamiento, sobre todo en temporada veraniega cuando el movimiento de coches aumenta.
Tras abandonar el aparcamiento, el camino se dirige hacia un pequeño cabo, punta Roja, que separa cala Roja, al norte, de la playa de Cavallería, al sur. Poco antes de bajar hacia la playa, a los pies de un afloramiento rocoso, se ha instalado un área de descanso que hace también las veces de mirador hacia playa de Cavallería. El terreno hace honor al nombre del cabo, pues se pasea por unos terrenos de color rojizo, que contrasta fuertemente con el color albero de las arenas de Cavallería. Una pasarela de madera con escaleras aparece tras rodear las rocas y permite al viajero bajar hasta la playa donde se conserva un búnker de la guerra civil pegado a la pared rocosa.
La playa de Cavallería se recorre hasta el final, saliendo de ella justo en el punto en que comienza la playa de Ferragut. El camino toma altura, discurriendo por la parte superior de las paredes que encierran dicha playa. El firme irregular, primero por caminar sobre arena, más adelante por ser de roca suelta, unido a la altura sobre la playa requiere tener cierta precaución, pero vale la pena el esfuerzo al echar la vista atrás justo antes de tener que atravesar una barrera menorquina: una preciosa vista de las playas de Ferragut y Cavallería, la inconfundible punta Roja y punta des Vemis al fondo.
La ruta continúa pegada al acantilado, por un terreno bastante agreste entre rocas, en que la vegetación acompañante queda reducida a algunas matas de porte casi rastrero, apareciendo otro endemismo de las Baleares, la manzanilla de Menorca (Santonina chamaecyparissus subsp. magonica). Posteriormente se pasa junto a unas casas de pescadores, entonces el camino desciende hacia cala Mica, aunque apenas se pisa la arena ya que se sale de la cala en seguida, tras cruzar una barrera junto a otro búnker.
Aquí la vegetación comienza a ser más abundante, con las laderas a los lados del camino tapizadas de pastos y lastones y el regreso de la compañía de los lentiscos. El itinerario continúa bordeando el litoral durante otro medio kilómetro más antes de que la ruta gire 90 º junto a una barrera menorquina. El camino rodea una pequeña colina y conecta con una pista bastante ancha por la que se continúa unos 200 m y que da acceso a unos alojamientos rurales, por lo que es posible que el viajero se cruce con algunos vehículos de motor.
A continuación, se desciende entonces por un sendero, algo desdibujado por momentos, que lleva de nuevo a la costa. Ya en paralelo al litoral, se pasa por una pequeña cala de arena fina y, en seguida, se alcanza el final de la ruta, justo a la entrada de la popular playa de Binimel.la.
Enlaces de interés
Perfil
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Sanicera y la Menorca romana
Las islas Baleares fueron conquistadas por el cónsul Quinto Cecilio Metelo entre los años 123 y 121 a.C. para luchar contra la piratería en el Mediterráneo, llamando a esta isla Balearis Minor o Minorica. Según Plinio el viejo, la Menorca romana contaba con tres ciudades: Mago, actual Maó; Iamo, actualmente Ciutadella y Sanisera, en el puerto de Sanitja.
En origen, la ciudad de Sanisera fue construida para aprovechar el puerto natural de la zona. Este emplazamiento estaba ubicado en la orilla oeste del puerto de Sanitja, que en esa época se adentraba más hacia el mar y tenía más calado, permitiendo el fondeo de naves de buenas dimensiones. Cerca del puerto, durante el conflicto civil denominado guerras sertorianas (82 a.C. – 72 a.C.), se construyó un pequeño campamento militar defendido por un foso.
Aunque su época de apogeo fue desde el 123 a.C. hasta y el siglo II, este enclave fue utilizado hasta la antigüedad tardía, como atestiguan los diferentes hallazgos arqueológicos en el entorno. Aparte del propio puerto y el mencionado campamento, una zona industrial del Bajo Imperio Romano (284-476); un complejo eclesiástico de época vándala y bizantina; seis necrópolis de diferentes momentos de la antigüedad tardía e, incluso, una mezquita del siglo XIII construida con sillares romanos reutilizados.
En época más reciente, el puerto ha seguido teniendo importancia estratégica, con la construcción de una torre defensiva a principios del siglo XIX, durante el dominio británico de la isla.
Faro de Cavallería
Este edificio se sitúa en el punto más septentrional de la isla, asomado a los impresionantes acantilados, casi verticales, del cabo de Cavalleria. Su torre blanca tiene 15 m de altura y funcionó con petróleo hasta finales del siglo XX.
Se inauguró en 1857 y fue el primer faro que se construyó en la costa norte de Menorca. Aunque la puesta en marcha del faro de Cavallería consiguió reducir los naufragios en este tramo de la costa, hasta su construcción se tiene constancia de más de 700 naufragios desde el siglo XIV, éstos siguieron produciéndose. Esto motivó la construcción de los faros de Punta Nati y Favàritx a principios del siglo XX.
El faro está abierto al público de mayo a octubre y aloja el Centro de Interpretación del Cabo de Cavallería.