Red de Caminos
Naturales
Etapa 14: Cala Galdana - Sant Tomàs
Descripción
Densos bosques y algunos de los barrancos más importantes de Menorca.
La mayoría del recorrido de esta etapa se hace bajo la sombra de un denso bosque de pinos carrascos y otras especies mediterráneas, pasando por algunos de los barrancos de mayor relevancia de la isla, como los de Trebalúger, Sa Cova, Sa Torre o Binigaus. Este último especialmente famoso por las cuevas en sus paredes, destacando sobre todas ellas la monumental “Cova des Coloms”.
El Morro de Levant es uno de los cabos que flanquean Cala Galdana. Es precisamente aquí, a las afueras de la cala, donde se localiza el inicio de la etapa 14. Tras cruzar una barrera, la ruta se interna de inmediato en un bosque que va a ser el paisaje que escolte al senderista durante casi todo el recorrido. Principalmente formado por pino carrasco y encinas, les acompañan otras especies típicamente mediterráneas como labiérnagos (Phillyrea media), aladiernos (Rhamnus alaternus) o madroños (Arbutus unedo), en el estrato arbustivo, lentiscos (Pistacia lentiscus), ruscos (Ruscus aculeatus), mirtos (Myrtus communis) o labiadas como el romero (Rosmarinus officinalis) y enredaderas o lianas como la hiedra (Hedera hélix), la zarzaparrilla (Smilax aspera) o la madreselva (Lonicera implexa).
Hay que tener en cuenta que, desde que se sale de Cala Galdana, toda la ruta se realiza dentro de los límites del LIC/ZEPA De Binigaus a cala Mitjana.
El camino llanea por medio kilómetro, pasando junto a antiguas infraestructuras de las actividades tradicionales de la zona, como hornos de cal, canteras o refugios de pastores. Es entonces cuando la ruta emprende una bajada bastante empinada por lo que se recomienda tener cuidado, ya que puede haber terreno suelto como piedras y arena, y afloran algunas raíces. Este complicado camino acercará al visitante hasta uno de los destinos más frecuentados en esta zona de la isla: cala Mitjana. Esta espectacular ensenada de aguas turquesa primero asoma entre los árboles para, más tarde, mostrar todo su esplendor cuando el bosque se abre al acercarse a cala Mitjaneta, una pequeña playa que forma parte de la misma ensenada.
Durante el siguiente medio kilómetro se camina con el bosque a la izquierda y las vistas de Cala Mitjana a la derecha. Para llegar al acceso a la playa, situado en una zona de descanso que cuenta con merenderos y paneles informativos, primero es necesario dar un pequeño rodeo para sortear el barranco de Cala Mitjana.
Sin llegar a acceder a la cala, el camino se adentra de nuevo en el bosque y comienza un exigente ascenso para remontar el valle del barranco anteriormente citado. Este tramo, en que de nuevo se encuentran los restos de algún horno de cal, transita en un entorno más agropecuario, con el camino discurriendo junto a los muros de piedra que delimitan fincas de pastos.
Un nuevo descenso dirige el itinerario, protegido por talanqueras de madera, hacia el barranco de Trebalúger. El valle de este barranco es una fértil vega cultivada de cereal y forraje atravesada por un curso de agua no muy profundo que hay que cruzar vadeándolo. Al otro lado del arroyo, se retoma el bosque y vuelve a haber una ligera subida y bajada para llegar hasta el barranco de Sa Cova, tributario del anterior. Como en la de Trebalúger, la vega de este arroyo también está profusamente cultivada, aunque en este caso se ha habilitado una pasarela de madera para pasar sobre el curso de agua.
El ascenso para abandonar el valle de Sa Cova es bastante más exigente, tanto por la pendiente, como por ser más de un kilómetro de subida constante. Por el camino. rodeado de bosque mixto, se cruzan algunas pistas de acceso a fincas privadas, así que hay que tener mucho cuidado con seguir la señalización y cerrar todas las barreras que se encuentran en el recorrido.
El siguiente barranco por el que pasa la ruta responde al nombre de Sa Torre y no tiene nada que ver con los anteriores, ni en profundidad, ni en aspecto, ya que tan solo se diferencia del entorno boscoso por una vegetación más densa y por unas talanqueras que protegen al viajero de la caída. Sorteado este barranco, lo que queda de etapa es casi siempre en bajada, en dirección al barranco de Binigaus que se alcanza justo antes de llegar a la zona donde se abre al mar.
Aunque queda fuera del ámbito del Camino Natural Camí de Cavalls, una ruta señalizada que parte de la cala de Binigaus permite ir remontando el barranco aguas arriba para ir descubriendo un conjunto de cuevas naturales de origen kárstico utilizadas por los antiguos habitantes de la isla. Una de ellas la “Cova del Coloms” destaca entre todas por sus grandes dimensiones. De hecho, es conocida popularmente como “La Catedral” merced a sus 24 metros de altura, una longitud de 110 metros y una anchura de 15 metros.
Este coloso, declarado Bien de Interés Cultural en 1966, era un lugar de enterramiento posttalayótico (550-123 a.C.) aunque, por alguno de los hallazgos arqueológicos, pudo tener también algún tipo de uso ritual o de lugar de peregrinación. Además de estas cuevas, en las laderas sobre el barranco de Binigaus se pueden encontrar otros lugares de interés arqueológico como el poblado talayótico de San Agustí o el talaiot de Binigaus.
Continuando con la etapa 14 del Camino Natural se accede a la playa de Binigaus, aunque se sale de ella en seguida por un sendero arenoso que posteriormente pasa a ser de tierra más compacta. Este sendero continúa en paralelo a la costa y se transforma en un paseo marítimo de madera al pasar de la playa de Binigaus a la de Binicodrell.
La ruta llega hasta el paseo marítimo hormigonado de la urbanización de Playa de Sant Tomás, por el que discurre apenas unas decenas de metros antes de que la etapa concluya junto a una torre de socorrista.
Enlaces de interés
Puntos de interés
Cultura
Municipio
Orografía
Perfil
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Es Mitjorn Gran
Este municipio, también llamado San Cristóbal en castellano, está localizado en el centro-sur de la isla. Se trata del municipio más joven de cuantos conforman Menorca, habiéndose independizado de Es Mercadal en 1989.
La etimología de su topónimo es muy particular, ya que el término Mitjorn, “media jornada”, hace referencia al tiempo que se tardaba en cruzar media isla hasta llegar a uno de sus extremos. De esta manera, Es Mitjorn Gran se referiría al descanso que había que tomar para poder continuar recorriendo la otra mitad de la isla, ya fuera viniendo de Maó hacia Ciutadella o viceversa
El núcleo de población que se convertiría en el municipio surgió durante la dominación británica, alrededor de la capilla de San Cristóbal, cerca de la zona de Binicodrell, mandada edificar en 1769 por Cristóbal Barber. Con la entrada en vigor de la Constitución de Cádiz, San Cristóbal intentó conseguir ayuntamiento propio, lo que consiguió temporalmente entre 1821 y 1823, para volver a formar parte de Es Mercadal hasta 1899. La localidad mantendría su nombre en castellano hasta un año antes de su nombramiento como municipio.
Aparte del núcleo principal, Es Mitjorn Gran también tiene otro núcleo poblacional en la costa sur, Santo Tomás, una zona turística que se comenzó a formar hacia los años 60 del siglo pasado.
Por todo el territorio del término municipal es posible encontrar numerosas muestras de la prehistoria menorquina, como el poblado de Sant Agustí Vell, probablemente el más grande de la isla; la sala hipóstila del “Gallinero de Madona”; los talaiots de Binicodrell, muy cerca del núcleo principal, junto al cementerio; el yacimiento de Santa Mónica y cuevas como la de Coloms o la de Polida…
La celebración más popular en el municipio es en honor a San Cristóbal, que tiene lugar a finales de julio o principios de agosto, donde, en la tradición menorquina, el caballo cobra gran importancia. Otras celebraciones de consideración son San Antonio, patrón de Menorca, cuyos festejos tienen lugar cada 17 de enero para celebrar la conquista de la isla en 1287; el Carnaval, con el tradicional baile de Blanco y Negro o San Miguel, con la que se despide el verano y en la que también, cada 5 años, toma protagonismo el caballo menorquín.
Como nota curiosa, en el término municipal se incluyen tres islotes, destacando entre ellos el de Binicodrell, en donde hay presencia de lagartija balear (Podarcis lilfordi), un lacértido endémico de las islas Gimnesias (Mallorca, Menorca, Cabrera y sus islotes).
Cala Mitjana
Esta cala situada al sur de la isla, cerca de la urbanización de Cala Galdana (municipio de Ferreries), es de las playas más famosas en el sur de la isla. Se encuentra en la desembocadura del barranco del mismo nombre.
Se trata de una ensenada con una bocana de 192 metros de anchura con una playa de arena blanca y aguas tranquilas, flanqueada por acantilados de cierta altura tapizados de bosque mixto mediterráneo. Justo al oeste hay otra cala, denominada Mitjaneta, de mismas características, aunque menores dimensiones.
Aparte de los evidentes valores turísticos, los bosques alrededor de Cala Mitjana tienen gran valor etnológico, con restos de actividades tradicionales como hornos de cal, refugios de pastores, barracas o canteras.
Forma parte de un Àrea Natural d’Especial Interès (una figura de protección propia de las Islas Baleares) que se extiende hasta la playa de Binigaus.