Red de Caminos
Naturales
Etapa 10: Punta Nati - Ciutadella
Descripción
Paseando por los acantilados del noroeste bajo el vuelo de las gaviotas.
Desde los alrededores de Punta Nati, el camino se dirige hacia la localidad de Ciutadella. El itinerario primero discurre sobre el suelo rocoso de los acantilados del noroeste. Se trata de un paisaje conocido como Menorca Seca. Estas formaciones, como el LIC/ZEPA Costa Nord de Ciutadella, están incluidas dentro de la Red Natura 2000. Posteriormente, la ruta continúa por las calles de las urbanizaciones yendo a concluir en el antiguo puerto de la ciudad.
La décima etapa del Camino Natural Camí de Cavalls comienza junto a la carretera de acceso al faro de Punta Nati, a unos 900 m del faro, hacia el norte y a 300 m del aparcamiento, al sur. Una de las conocidas barreras menorquinas será el punto de partida de este itinerario que en seguida se interna en un paisaje que acompañará al viajero durante toda la primera mitad de la etapa.
La ruta avanza por un suelo rocoso, con los acantilados y el mar a mano derecha, rodeada de pastos de gramíneas en los que es fácil encontrar ovejas alimentándose. Además de las gramíneas, solo plantas especialmente adaptadas a los vientos salinos son capaces de tapizar estos suelos: hinojo marino (Crithmum maritimum), ajenjo marino (Artemisia gallica), la alacranera o almajo salado (Sarcocornia fruticosa) o los limonios (Limonium spp), además de las matas de alcaparra (Capparis spinosa), que destacan por altura entre el resto. A pesar del firme pedregoso y de que el camino está algo desdibujado en ocasiones, este primer tramo es relativamente sencillo, porque apenas tiene desniseles.
Otro de los elementos característicos de esta etapa y que acompañarán al viajero durante un largo trecho son los muros de piedra, a la izquierda del camino, en los que sobresalen las características barracas menorquinas. Al otro lado se extiende una amplia llanura cubierta de llocs, denominación popular con la que se conocen a las fincas agropecuarias en Menorca. Precisamente, tras recorrer los primeros 2 km, el camino se enfrenta a una de estas barracas para, una vez superada, comenzar un descenso hacia un barranco junto al que se encuentra un antiguo corral ganadero, con un pozo y abrevaderos excavados en la roca. No será la única, ya que, después de remontar el barranco y recorrer otro medio kilómetro, se llega a otra de esas características barracas, tras salvar otro barranco más pequeño.
El camino emprende una ligera subida antes de llegar a Sa Falconera, un espectacular mirador sobre el Mediterráneo desde el que se tienen magníficas vistas de los acantilados que se han ido recorriendo y de los pequeños cabos poblados por gaviotas. Tras dejar Sa Falconera, comienza un descenso algo abrupto, por lo que se recomienda extremar precauciones, que va rodeando unos roquedos sobre los que quedan los restos de unas antiguas instalaciones militares: unas baterías de costa y los edificios de Es Semáfor, un telégrafo óptico.
Poco después, se alcanza una carretera asfaltada, que da acceso a la EDAR Ciutadella Nord, por la que se discurre durante 300 m, abandonándola a mano derecha para continuar de nuevo por sendero. La ruta se acerca de nuevo a la costa, pasando por el barranco que desemboca en cala Cigonya y, posteriormente, llegando a una de las vistas más famosas de esta zona de la isla, la formación conocida como Pont d’en Gil: un espectacular arco de roca natural, formado a lo largo de los siglos por obra de la erosión marina.
Continuando con la etapa, después de 300 m se llega hasta Cales en Blanes/Los Delfines, una urbanización perteneciente al municipio de Ciutadella. Aunque un panel informativo indica el camino a seguir, conviene permanecer atento a la señalización del Camino Natural y prestar mucha atención en los cruces de la calzada. El itinerario atraviesa Cala en Blanes por avinguda des Pont d’En Gil y, posteriormente, por avinguda Calespiques hasta llegar a una rotonda en que se toma la avinguda dels Delfines.
Esta calle cambia de nombre al pasar bajo un arco que marca el fin de esta urbanización y el inicio de la siguiente, Torre del Ram, pasando a llamarse avinguda Simón d’Olivar. Por ella se continúa hasta llegar al acceso, ya sin tráfico motorizado, a la playa de Cala En Blanes. De camino, si el viajero quiere ampliar sus conocimientos sobre la historia menorquina, se puede desviar momentáneamente para visitar el hipogeo de Torre del Ram, un enterramiento subterráneo utilizado durante el periodo naviforme.
Se rodea esta pequeña cala de arena fina y aguas claras, saliendo de ella por su orilla oeste, caminando por las rocas y, posteriormente, por unas escaleras que llevan hasta el Camí de Sa Farola. Se trata de una suerte de paseo marítimo sobre el acantilado que cuenta con acera peatonal y carril bici, y en la que en algunos puntos se han instalado bancos orientados hacia el mar, funcionando a modo de miradores. Tras recorrer algo más de 1 km por esta calle, el camino desemboca en el faro de Ciutadella o Sa Farola, infraestructura que da nombre al paseo.
Desde este punto ya es posible ver, al otro lado de la ensenada, parte de Ciutadella, destacando el castillo de San Nicolás, una fortaleza defensiva que vigilaba la entrada del extremo sur del puerto de la ciudad.
Dejando atrás el faro y pasando junto a la capilla de la Asunción de Sa Farola, se retoma el camí de Sa Farola, que rodea la pintoresca cala des Frares y se interna en un pinar. La calle ya no cuenta con aceras y, aunque hay espacio de sobra a los lados de la calzada para pasear con seguridad, conviene prestar atención al tráfico motorizado. Ya se está circulando por el lateral del puerto de Ciutadella propiamente.
El pinar se abre a la altura de Cala en Busquets, una pequeña cala con un embarcadero muy utilizado, y donde se recupera de nuevo la acera. Ya solo quedan 400 m más por recorrer para alcanzar el final de la etapa, en un amplio aparcamiento situado sobre el puerto de Ciutadella. Desde el borde del aparcamiento se tienen unas espectaculares vistas de Ciutadella, de su puerto y del casco antiguo, donde destacan sobre el resto las murallas, el edificio del ayuntamiento o la catedral.
Enlaces de interés
Perfil
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Pont d’En GIl
La erosión marina en los acantilados al noroeste de Ciutadella han producido esta singular formación natural en forma de un puente de roca que se ha convertido en un destino bastante popular.
Para disfrutar de la vista, las mejores panorámicas son desde el lado opuesto de la ensenada en la que está situado, aunque también es posible acceder hasta la propia formación e incluso cruzar por el puente.
Las dimensiones del arco permiten que embarcaciones de tamaño mediano o pequeño puedan pasar bajo él, lo que se ha convertido en una actividad muy frecuente entre las compañías que hacen rutas marítimas por la zona.
Pont d’en Gil atrae también a numerosos buceadores que buscan acceder a la cueva de Sa Cigonya. Esta cueva se extiende unos 300 m por debajo de los acantilados y sólo se puede acceder a ella por debajo del agua. Esta actividad debe ser realizada con equipamiento adecuado y un guía experimentado.
Hipogeo de Torre del Ram
Los hipogeos (del griego hypógaion, cámara subterránea) son galerías o estancias subterráneas artificiales con funciones funerarias que, en el caso de Menorca, se localizan sobre todo en el oeste de la isla.
El de Torre del Ram, ubicado en la urbanización de Cala en Blames, al este de Ciutadella, es un sepulcro colectivo de la edad de bronce (1600-1200 a.C.). Consiste en una cámara rectangular de unos 9 m de largo, con un banco que recorre el perímetro, a la que se accede por un corredor escalonado.
El acceso a esta construcción subterránea se realiza a través de una chimenea que conduce hasta unas escaleras.
Desgraciadamente, no hay mucha información sobre las personas que fueron enterradas aquí ni los ajuares funerarios, ya que este edificio fue vaciado e incluso ha sido reutilizado como establo por pastores. Sin embargo, en las paredes interiores del hipogeo, se descubrieron unos grabados esquemáticos representando diversas figuras, entre las que se han creído identificar embarcaciones. Estos grabados no se han podido datar con seguridad.
Esta infraestructura forma parte de los 32 monumentos de la Menorca Talayótica que han sido inscritos por la UNESCO en la lista del patrimonio mundial de la humanidad.