Red de Caminos
Naturales
Etapa 1: Maó - Es Grau
Descripción
Recorriendo el noreste de Menorca entre tradición y naturaleza.
La etapa inicia su andadura en el cruce entre el camino a Sant Antoni y la carretera Me-3, siguiendo esta última hacia la costera localidad de Sa Mesquida. Una población donde el mar y la tramontana labran la roca dando lugar a las calas de Sa Rinconada y Sa Mesquida, custodiadas por una torre vigía del siglo XVIII. Desde aquí, el camino continúa por los acantilados que componen el espacio natural de El Marcar de Binillautí, incluido dentro de la Red Natura 2000. El recorrido retorna de nuevo hacia el interior de la isla, entre cultivos y formaciones arbóreas, recorriendo el Parque Natural de S´Albufera des Grau hasta llegar al humedal de la Gola des Grau.
El inicio del Camí de Cavalls se sitúa al este de la isla de Menorca, en el término municipal de Mahón-Mao. El panel que indica el inicio de la etapa 1 se encuentra a 1,80 km al este del puerto de Maó, junto a la intersección que ubicada en el primer kilómetro de la carretera insular Me-3 y la carretera de acceso al barrio de Sant Antoni. Desde aquí, la etapa avanza por el arcén de la Me-3 durante un kilómetro dejando atrás la capital de la isla hasta incorporarse a la carretera que permite acceder a la localidad costera de Sa Mesquida.
El paisaje que sigue la Me-3 está compuesto por tierras de labor donde se cultiva, principalmente, cereal y pasto para el ganado. Estas parcelas se encuentran delimitadas por muros de piedra construidos de manera tradicional y rodeados de matorral mediterráneo, entre los que destacan lentiscos (Pistacia lentiscus) y acebuches (Olea europaea sylvestris). A estas parcelas se accede por las tradicionales barreras menorquinas, unas puertas agrícolas cuya característica forma se debe a la madera de acebuche.
Siguiendo la carretera que lleva hasta Sa Mesquida el camino se eleva dejando atrás las parcelas de cultivo e introduciéndose, poco a poco, en el noreste de la isla, lo que permite divisar con mayor claridad la línea costera y apreciar el cambio de paisaje que comienza a ser más húmedo y salino. Esto se debe a los fuertes vientos de Tramuntana que predominan en el sector norte de la isla y dan lugar a un paisaje mucho más agreste, donde los ejemplares vegetales son de menor porte y aparecen otras especies como sabinas o endemismos herbáceos menorquines como el lastón o el carrizal, y especies especialmente adaptadas a las condiciones extremas de la costa norte de la isla, como los espinosos y compactos socarrells (Anthyllis hystrix).
El camino continúa desde el cruce con la carretera de Es Murtar descendiendo hasta introducirse en la localidad costera de Sa Mesquida donde mar, geología, vegetación, salinidad y acción humana se mimetizan dando lugar a un paisaje tradicional a la vez que natural y salvaje. Este se prolonga por la carretera de acceso a las calas de Sa Rinconada y Sa Mesquida, donde las formaciones rocosas se interponen en el mar. Un enclave donde llama la atención la majestuosa torre de Sa Mesquida, construida como punto de vigilancia durante la ocupación británica de la isla en el siglo XVIII.
Una vez pasadas las calas el visitante se introduce en un ecosistema dunar que, actualmente, es un espacio protegido y que se encuentra en estado de restauración, motivo por el cual se deben respetar las pasarelas y barreras habilitadas. A su vez, el camino se introduce en terreno militar perteneciente a la base militar de San Isidro. Aquí es posible encontrar especies animales y vegetales características del clima mediterráneo en general, así como endemismos menorquines en particular, representados por la gaviota de audouin (Larus audouinii), la amapola marina (Glaucium flavum) o la lagartija balear (Podarcis lilfordi), que habita en los islotes alrededor de la isla.
A partir de este punto la etapa se introduce durante 3,5 km por la costa noreste de Menorca, caracterizada por los suaves acantilados, que no superan los 60 m.s.n.m., intercalados por pequeñas calas o rincones que se enmarcan dentro del LIC y ZEPA “De S’Albufera a la Molatí”, perteneciente a la Red Natura 2000. En esta área hay que extremar las precauciones ya que se trata de una zona de nidificación de aves con especial protección. Además, las calas que encontramos no cuentan con servicios de vigilancia, asistencia sanitaria y aseos, ya que se encuentran aisladas y son de difícil acceso.
Una vez alcanzada caleta de Binillautí, la etapa asciende durante aproximadamente un kilómetro desde la línea de costa hacia el interior, introduciéndose en un paisaje agreste compuesto por sotobosque y monte bajo mediterráneo, enmarcado dentro del Parque Natural de S´Albufera des Grau. En este tramo crecen ejemplares arbustivos característicos del clima mediterráneo como lentiscos, acebuches o encinas (Quercus ilex).
La etapa sigue recorriendo la zona de monte durante 1,6 km, en los que aparecen intercaladas zonas de cultivo donde los elementos naturales son los divisores de las parcelas. Posteriormente se desciende de nuevo hasta alcanzar la carretera Me-5 que une Maó con Es Grau. Una vez alcanzada la Me-5 el camino recorre los últimos 760 m siguiendo el arcén de la misma para llegar al final de etapa en S´Albufera des Grau.
Enlaces de interés
Perfil
Severidad del medio natural- 1. El medio no está exento de riesgos
- 2. Hay más de un factor de riesgo
- 3. Hay varios factores de riesgo
- 4. Hay bastantes factores de riesgo
- 5. Hay muchos factores de riesgo
Orientación en el itinerario- 1. Caminos y cruces bien definidos
- 2. Existe traza clara de camino y señalización
- 3. Exige la identificación de accidentes geográficos y puntos cardinales
- 4. Exige navegación fuera de traza
- 5. El itinerario está interrumpido por obstáculos que hay que bordear
Dificultad en el desplazamiento- 1. Marcha por superficie lisa
- 2. Caminos con diversos firmes
- 3. Marcha por sendas escalonadas o terrenos irregulares
- 4. Es preciso el uso de las manos o saltos sobre el terreno
- 5. Requiere el uso de las manos para la progresión
Cantidad de esfuerzo necesario- 1. Hasta 1 h de marcha efectiva
- 2. Entre 1 h y 3 h de marcha efectiva
- 3. Entre 3 h y 6 h de marcha efectiva
- 4. Entre 6 h y 10 h de marcha efectiva
- 5. Más de 10 h de marcha efectiva
(calculado según criterios MIDE para un excursionista medio poco cargado)
Destacados
Sa Mesquida
Sa Mesquida es una localidad perteneciente al término municipal de Maó a 4,5 km al noreste de la capital. Esta pequeña población costera cuenta con pocos vecinos, aunque durante la etapa estival son muchos los que regresan.
Esta villa fue testigo durante los últimos años del siglo XVIII del conflicto entre las tropas británicas, quienes ocupaban la isla desde 1708, y el ejército español de Carlos III, que luchó por recuperar la soberanía insular. Por ello, en Sa Mesquida sobresale la torre con la que comparte nombre y que fue edificada en el año 1799 entre las playas de Sa Rinconada y Sa Mesquida. Además de esta infraestructura, se construyeron otras 10 torres en todo el litoral conformando una red defensiva de la costa insular.
Estas construcciones presentan varios criterios arquitectónicos comunes: cuentan con tres alturas con planta circular, están construidas en piedra con revoque de cal y arena y, presentan un matacán en el Oeste, muy amplio y reforzado, que sobrepasa en altura al parapeto de la terraza cuya finalidad era repeler cualquier ataque terrestre desde esta zona. Además, esta estructura permitía, a través de sus numerosas aspilleras, el fuego de los fusileros. El elemento diferenciador de la torre de Sa Mesquida es su plataforma superior, donde se situaba un cañón giratorio.
Puerto de Maó
La configuración geográfica y geológica de Menorca permite entradas, en todo su litoral, del mar Mediterráneo hacia el interior de la isla, dando lugar a bahías, calas, ensenadas y golfos. Accidentes que han favorecido el desarrollo de diversas actividades en la isla. Sin embargo, el de Maó es el accidente geográfico más importante de la isla junto con el de Ciutadella/Ciudadela, pues se trata de un golfo que se abre paso por seis kilómetros hacia el interior de la isla en el sector este de la misma, dando lugar a uno de los puertos naturales con mayor longitud de Europa.
El acceso al puerto se ubica entre la Península de la Mola al norte y el cabo de San Felipe al sur. Es de destacar que, a lo largo de los seis kilómetros de longitud que componen el puerto, se encuentran otros accidentes geográficos que han tenido y tienen usos civiles y militares como las calas Figuera, Longa, Rata o Teulera, donde se desarrollan los municipios de Maó y Es Castell. Sin olvidar las islas que se encuentran en el interior del puerto: las islas de Lazareto, de la cuarentena, la Isla del Rey y la isla d´en Pinto, respectivamente situadas desde el Mediterráneo hacia el interior.
Dadas sus características y ubicación geográfica en el centro del sector occidental del Mediterráneo, el puerto de Maó ha sido y es uno de los puntos clave para el tráfico de mercancías y la estrategia militar ya desde el siglo III a.C.. Tanto es así, que en todo su litoral encontramos restos que van desde una basílica paleocristiana, pasando por el Lazareto del siglo XV conservado en isla Llatzaret, hasta las fortalezas militares de los siglos XVIII y XIX del periodo británico y posterior defensa española como son el castillo de San Felipe, el fuerte o fort Marlborough y la fortaleza de Isabel Segunda.
Actualmente el puerto de Maó tiene uso comercial, turístico e industrial, albergando incluso una central térmica.
Parque Natural de S´Albufera des Grau
Se trata de un espacio con alto valor social que consiguió su declaración en 1995 tras un largo proceso llevado a cabo por iniciativa y movilización ciudadana. Tiene una extensión total de 5.067 ha ubicadas en el sector nororiental de la isla, siguiendo la línea costera que va desde Caleta de Binillautí hasta Port d´Addaia.
Se trata de un espacio que cuenta con la representación de diversos hábitats que favorecen la rica biodiversidad de la isla, tanto que el corazón de la Reserva de la Biosfera de Menorca y muchos de sus espacios se encuentran enmarcados en la Red Natura 2000.
En el parque encontramos humedales y estanques temporales donde se desarrollan especies vegetales acuáticas como el Potamogeton pectinatus que favorecen el desarrollo de otras especies como peces, artrópodos, reptiles o moluscos y, por ende, aves y mamíferos que se alimentan de ellos. Destacan en estos espacios el águila pescadora (Pandion haliaetus), la focha (Fulica altra), el ánade real (Anas platyrhynchos) o la garza (Ardea cinerea), así como la ranita meridional (Hyla meridionalis) o los erizos blanquecinos (Atelerix algirus vagans).
En la línea costera se aprecian sistemas dunares, islotes donde anidan numerosas aves costeras y las praderas submarinas de especies cada vez más escasas en los fondos mediterráneos como la Posidonia oceánica o Zoostera. Éstas sirven como regulador térmico y del oxígeno de las aguas, así como de refugio y alimento para numerosas especies de peces, moluscos y crustáceos y fijador de los sistemas dunares y playas. Mientras, en las zonas de interior, el parque cuenta con bosques de acebuches, entremezclados con mosaicos agroforestales compuestos por zonas de pasto y cultivos con superficies arboladas que favorecen al cuidado del patrimonio cultural y rural de la isla.
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